CONTINÚA EL DRAMA SOCIAL DE LA INUNDACIÓN
Los robos y los caminos inaccesibles complican la situación de los afectados
Siguen las lluvias intermitentes en el Sur correntino y empeoran la situación de los casi 19.000 habitantes perjudicados por la inundación. Una alerta por tormentas fuertes y lluvias intensas volvió a amenazar al Litoral, según el Servicio Meteorológico Nacional. Un inmenso caudal de agua cubre el departamento de Esquina y mantiene aislados los parajes, afectando a 12.600 habitantes. Desde un centro de evacuados esquinense denunciaron que delincuentes aprovechan la ausencia de los propietarios para robar en las casas.
En San Isidro, 40 familias están evacuadas y más de 500 aisladas en los parajes Rincón del Pago, San Martín, el bajo de San Isidro, San Antonio Isla y Stella Maris. Además, hay caminos intransitables por la crecida del río Corriente y arroyos. La asistencia no tiene descanso, pero el problema es llegar hasta las poblaciones a través del agua y el mal estado de los suelos. Caminos intransitables y accesos inundados complican y retardan el paso de la ayuda en Esquina y la única forma de salir de los parajes para poder comprar víveres en el casco céntrico (ver foto) es utilizando el camión multipropósito y tractores del Ejército Argentino. La asistencia incluye alimentos, agua mineral, colchones, lavandina, pañales y atención médica. La aparición de afecciones en la piel, problemas gástricos y respiratorios se suman al avance de animales peligrosos sobre las zonas pobladas, como escorpiones, cangrejos, serpientes y diferentes reptiles, como los yacarés. Pero una problemática más triste radica en el aprovechamiento de la suma vulnerabilidad de los inundados en Esquina. La delincuencia añade más dolor a la situación, por lo que muchísimos esquinenses se resisten a abandonar sus casas. Los habitantes inundados en el conurbano de Esquina también acuden a los refugios para evacuados en la Sociedad Rural de Esquina, o en las escuelas Nº 620 y 434. Estos vecinos se alimentan y regresan a sus casas, a diferencia de los que permanecen en los centros. Carlos Domínguez, director de la Escuela Nº 630 (donde hay 150 evacuados), dijo: El sábado delincuentes intentaron robar en el Jardín de Infantes de la escuela. El hecho es común y la gente tiene miedo de que le roben lo poco que les queda mientras ellos no están. Por eso se alimentan en la escuela o piden comida, y vuelven a sus casas.
Miércoles, 13 de abril de 2016
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