¡El depredador ya tiene nueva presa! El fin de semana le dieron rienda suelta a un jugueteo y él, como siempre, no perdió el tiempo.

Dicen que “el zorro pierde el pelo pero no las mañas”. Y Nicolás Cabré podría bien hacerle honor al refrán. Su prontuario amoroso así lo avala. Y si consideramos su última conquista, no hace otra cosa que que rubricarlo. Después de su última aparición pública con Aylén Bechara y de conocerse que mantuvo un romance con Luly Drozdek, el actor pareció entrar en una meseta de romances. Pero no le duró mucho tiempo. Alejado de la televisión y dedicado al teatro (protagoniza El quilombero, en el Lola Menvribes), su participación en Polémica en el bar, el último domingo al mediodía, despertó las sospechas sobre su presente sentimental.
En la pantalla de Telefé, el galán mantuvo un largo coqueteo con Noelia Márzol que no incluyó beso pero que fue de lo más pícaro y sensual. “Me dio pudor, no era para clavarle un beso sin que él lo sepa. Aunque no parezca, soy bastante respetuosa. Si me hubieran dando más tiempo. Me quedé corta, la mayoría hubiera avalado que le de un beso y se pudra todo”, dijo ella, abriéndole la puerta a Nico y olvidándose por completo de su novio, Matías Bruland.
Sin embargo, la buena química entre ellos no habría quedado ahí. El papá de Rufina y la voluptosa morocha se habrían tentado e intimado. Y tendrían la mejor de las intensiones de seguir viendose para disfrutar de la atracción fatal que sentirían. ¿Cuánto le durará el “enamoramiento” a Cabré? Ummm…