FONDOS BUITRES
Sesión sin público y Congreso vallado para aprobar el pago a buitres
Cambiemos logró asegurarse el quórum para el debate que se iniciará este mediodía del proyecto enviado por Macri para cancelar el pago con los holdouts que demandaron al Estado argentino. El FR y el Bloque Justicialista aportarán número. Cancelaron invitaciones y habrá palcos vacíos. Extreman la seguridad.
No será un día más en la vida del país, y es que a partir del mediodía la Argentina comenzará a retomar -una vez más- el recorrido del endeudamiento externo y sus inevitables consecuencias. El macrismo, luego de ingentes negociaciones, consiguió garantizar el quórum para la sesión donde se debatirá el proyecto que envió el presidente Mauricio Macri, por exigencia del juzgado norteamericano de Thomas Griesa, y con el que se busca pagar cerca de 12 mil millones de dólares a los fondos buitre. El Frente para la Victoria (FPV) y la izquierda serán los únicos que no darán quórum porque entienden que "la traición a la patria" comienza con habilitar la sesión.
A diferencia de lo que ocurre con sesiones cuyos temas marcan un hito en cualquier gobierno, en esta oportunidad el macrismo decidió que no haya público en los palcos. "Va a ser una sesión pública sin público", dijo Fernando Sánchez de la Coalición Cívica.
El comentario quiso ser jocoso durante la reunión de Labor Parlamentaria, donde los jefes de bloque acuerdan la agenda de cada sesión, y buscó quitarle tensión al encuentro. No tuvo suerte. Es más, desde la tarde de ayer en el ingreso a la Cámara baja comenzaron a colocarse vallas –como en los tiempos de la Alianza- para controlar quién ingresa al Congreso.
"La gente tiene que estar atenta, no a cómo votan los diputados, sino a quiénes son los que se sientan y dan quórum, porque estas leyes se votan con mayoría simple", afirmó la diputada del FPV, Teresa García. La afirmación de la legisladora no es gratuita. Y es que habilitar la posibilidad de que el oficialismo pueda debatir y hasta darle media sanción a una norma es también ser responsable de sus consecuencias. En este caso en particular, es harto conocido por experiencias históricas recientes, que el endeudamiento externo para pagar deuda sólo provoca profundos problemas sociales.
La frase de García también funge como un reconocimiento formal de que el oficialismo contará luego del debate con los votos necesarios para aprobar la iniciativa. La esperanza de algunos legisladores del FPV de ver fracasar la reunión giraba alrededor de una negativa de los 24 legisladores que responden de manera directa al diputado Sergio Massa. El mutismo de los miembros de este bloque hizo crecer las acciones de los 17 diputados del bloque Justicialista, liderado por Diego Bossio. El macrismo no quiso correr riesgos y envió al Congreso al secretario de Finanzas, Luis Caputo, quien se reunió con estos legisladores en la presidencia de la Cámara baja. A estos les preocupaba la decisión de la Corte de Apelaciones de Nueva York que congeló el levantamiento de los embargos impuestos por Griesa hasta tanto resuelva las apelaciones que se presentaron. Según el diputado Oscar Romero, durante el encuentro le pidieron a Caputo modificar un artículo de la ley para que sea el Congreso el que "tome partido en el manejo de la deuda en caso de nuevas demandas judiciales". Según el diputado que preside el bloque Justicialista, el oficialismo aceptó algunos cambios pero otros no. Lo cierto es que eso sirvió para que decidieran que el mediodía de este martes los encontrará sentado en las bancas.
Hasta ese momento, el poroteo de los hombres del macrismo les mostraba un ajustado número de legisladores a la hora del quórum. Sumaban 131 legisladores, apenas dos más de los que exige el reglamento. Por la importancia de la norma no era para respirar tranquilos por eso la definición de los massistas se volvía imprescindible. Massa se tomó toda la tarde para dar una respuesta e incluso amenazó con la posibilidad de exigir una postergación de la sesión. Mientras la advertencia la verbalizaban diputados como Graciela Camaño, en otro escenario tanto Massa como Marco Lavagna negociaban un cambio en el texto que, en una lectura rápida, parece que le pone un freno a la voracidad de los fondos buitre pero en el fondo sólo gana tiempo ante la fecha tope del 14 de abril de pago a los buitres. Es así porque Massa anunció que el oficialismo aceptó que como artículo dos del proyecto se especifique que todo pago se realizará una vez que haya un fallo firme, esto es el de la Cámara de Apelaciones.
Adornó este acuerdo con frases rimbombantes como que con la modificación "se consigue arrinconar a los fondos buitre". Ni un palabra dijo sobre los 12 mil millones de dólares y el pago a los abogados de la querella buitre que estarán a cargo del Estado argentino. Por si acaso, aclaró que una vez superado este tema "se podrá volver a los mercados porque la inflación, la inseguridad y el impuesto a las ganancias son las urgencias de la gente".
El resto de los bloques que prestarán sus asentaderas para el quórum también hicieron conocer sus razones. En general tienen que ver con asuntos relacionados con la situación económica de las provincias. De allí las fuertes presiones que realizarán, incluso hasta último momento, algunos gobernadores que, por otra parte, están también teñidas de especulaciones políticas partidarias. Mandatarios como los de La Rioja o La Pampa, para poner un ejemplo, lo hacen por la necesidad del dinero que les prometió Macri a cambio de este favor. El caso de Juan Manuel Urtubey es diferente. No sólo respalda por necesidad económica, también lo hace por coincidencia ideológica pero sobre todo por su aspiración de conducir el Partido Justicialista en el maro de sus aspiraciones presidenciales.
También hay razones rayanas con la hipocresía como la del bloque de Libres del Sur. En un comunicado emitido durante la tarde de ayer, el bloque que integran Victoria Donda, Federico Masso y Graciela Cousinet, aseguró que "aceptar las condiciones de los fondos buitres para evitar un feroz ajuste es un falso dilema". Acusan además a Macri de optar "como los militares, Menem y De la Rúa, por el camino del reendeudamiento externo, la pérdida de soberanía monetaria y la aceptación de las condiciones que imponen los usureros". Sin embargo, para no quebrar el interbloque que tienen con los diputados del partido Socialista y la única miembro del GEN, Margarita Stolbizer, anunciaron que bajarán al recinto a dar quórum. Luego votarán en contra aunque sus socios lo hagan afirmativamente.
Lunes, 21 de marzo de 2016
|