¡SIGUE EL ESCÁNDALO!
Lucrecia González: "El novio de Patito siempre me tira onda"
La ex del productor sigue luchando para que se haga cargo de la hija que tuvieron en común: Greta. No le alcanza el dinero que le pasa por mes y le suplica que se interese por la delicada salud de la pequeña. Asegura que la cantante impide que el hombre se acerque a su hija.
Con la Justicia no tuvo suerte, por eso recurrió a los medios de comunicación. Al igual que muchas madres solteras, Lucrecia González (23) creyó que al hacer masivo su caso lograría que su ex se acercara a la hija que tuvieron en común: Greta (1 año y 2 meses). En cambio, el novio de Laura Esquivel –José Barrientos– reaccionó de la peor manera. “Me envió una carta documento a pedido de ella, no quieren que cuente mi verdad”, confesó Lu. Además de tener que presionar al productor de Endemol para que se dignara a realizarse un ADN –que dio positivo– esta mujer tuvo que soportar que dejara plantada a su nena en más de una oportunidad y que no la visitara durante su internación. A pesar de que no encuentra respuestas, Lu sigue luchando para que el novio de Patito Feo “sea un buen padre y se ocupe de su hija”. El miedo a que José pida la tenencia compartida no la deja dormir. La idea de que “un hombre que la nena no reconoce” quiera vengarse a través de la Justicia la aterroriza. A pesar del cansancio, esta madre sigue dando batalla. –Después de haberle contado tu desesperante situación a Paparazzi, ¿cómo reaccionó José? –Pensé que si hablaba con ustedes y hacía mediático mi pedido, iba a lograr que él se ocupara de su hija. Lamentablemente, no lo logré. Lo único que hizo fue mandarme un mensaje para prometerme que se iba a llevar a Gretita del 1 al 5 de febrero. Claramente, la dejó plantada. Sabía que no iba a venir, siempre hace lo mismo. Al tiempo volvió a aparecer y me dijo que quería verla, pero le contesté que prefería que la nena se quedara en casa porque había estado internada. –¿Cómo reaccionó al enterarse de la internación de Greta? –La nena siempre tiene problemas de salud, pero esta vez fue grave. Vomitaba todo el tiempo, la medicación no le hacía efecto y tuvieron que ponerle suero. Cuando me dijo que se la quería llevar le comenté que la nena lo había estado esperando la semana pasada, no podía creer que la había dejado plantada. Le conté lo que le estaba pasando a Greta, pero lo único que él quería saber era el diagnóstico. Me comentó que quería viajar a Chivilcoy con Laura para visitar a su familia y me prometió que la pasaría a ver después del viaje. No le importa la salud de la nena. –Como si esto fuera poco, recibiste una carta documento de su parte… –Me sentí una estúpida, los dos me toman por tarada. José piensa que me va a callar, le molesta que cuente la verdad. Tengo pruebas de lo que digo, tengo un audio en el que reconoce que a la nena la hizo dormir en el piso. No tiene cara, me pasa tan poca plata por mes que no me alcanza para mandarla al jardín. Si no fuese por mi mamá, no podría comprarle a la nena los medicamentos que necesita. Me pasa menos de 100 pesos por día, no me alcanza para darle la vida que Greta merece. Yo tengo mis derechos, voy a seguir contando lo que está pasando. José no me va a poder callar, Laura tampoco. –¿Crees que Laura lo convenció de recurrir a la Justicia para intentar frenarte? –Estoy segura de que él mandó la carta documento a pedido de ella, no quieren que cuente mi verdad. Está haciendo todo lo posible para que no hable más de Laura, es un dominado. Haría cualquier cosa para no discutir con ella, la nena no le importa. –¿Qué es lo que más te molesta de Laura? –Me irrita que se haga la mosquita muerta. Le busca la vuelta a todo y lo hace sentir culpable para salirse con la suya, así funciona su relación. José no reacciona por ella, es un dominado. –¿Alguna vez intentó tener algo con vos mientras estaba con ella? –Jamás quise contarlo, pero sí. Cuando fuimos a hacerle el documento a la nena, en junio del año pasado, José me tiró onda. En el registro civil nos dimos cuenta de que nos faltaba una fotocopia, así que me dejó a la nena y fue al quiosco. Cuando volvió, me regaló un chocolate… Uno de esos bombones que los chicos te dan para que, a cambio, las chicas les den un beso. Estábamos en la semana de la dulzura y, claramente, aprovechó la ocasión. Me quise morir, fue re incómodo. El se quedaba mirándome, esperando algo, pero no le di bola. Si yo hubiese querido, él le habría metido los cuernos a Laura conmigo.
Lunes, 7 de marzo de 2016
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