EL CAMINO ESPIRITUAL DE LIZ SOLARI
"Tengo un cuarto donde están los santos o las vírgenes o simplemente guías en los que uno cree"
La modelo, que también comenzó un camino como actriz, brindó una entrevista en la que habló de la meditación, el yoga y sus aprendizajes.
Liz Solari transita un camino de paz y conciencia sobre sí misma. Todo comenzó con ciertas inquietudes espirituales que hicieron camino en el yoga, la meditación y la actuación como meta profesional.
Destacada en las redes sociales por su defensa de los animales y transmitir su espiritualidad, ahora la modelo compartió su experiencia en una charla con el sitio GreenVivant.com.
Consultada sobre cómo practica la meditación en su agitada agenda, Solari respondió que jamás lo deja de lado.
"¡No me lo pierdo ni loca! Ya sentís como una necesidad en el alma, como cuando la gente dice 'uy, si no voy al gimnasio...'. Es como el gimnasio del espíritu. Entonces, medito dos veces por día. Tengo un espacio exclusivo, un cuarto donde están los santos o las vírgenes o simplemente guías, gurús en los que uno cree. No es imprescindible, pero me gusta armar ese espacio. Un lugar donde no entre nadie y donde se concentra esa energía. Medito hacia el Este", detalló.
"Lo hago dos veces por día: a la mañana, cuando me levanto, antes de salir, y a la noche. Lo inicial de la MT son 20 minutos, dos veces al día. Y después, como cualquier meditación, podés seguir profundizando y sumando conocimientos. Hice un instructorado de profundización, donde se estudian otros mantras y te lleva a meditaciones más profundas y de mayor duración, unos 50 minutos", agregó. Acá, otras de sus frases.
- Hace unos ocho años empecé con la actuación. Tuve algunas experiencias en Argentina, pero después me fui a Italia un tiempo y luego a Inglaterra. Tuve una necesidad imperiosa de entender más, de conocerme más, de actuar, de aprender. Y profundizar en la espiritualidad.
-La meditación va a todos lados. La he hecho en colectivos, en mi auto. No necesitás estar en un lugar puntual. Es fácil, necesitás un poco de silencio, y la podés hacer sentada.
-Yo no siento que tenga una religión hoy. Mi religión es creer en la fuente de la vida, creer en la Tierra, creer en que todos los seres que estamos acá tenemos como misión evolucionar individualmente, pero también la evolución colectiva de la raza humana. Creo en que la Tierra es un ser, y que vinimos acá a ayudarla a que evolucione. Y entonces eso me acerca a valores superiores, que tienen que ver con el cuidado no sólo propio sino de los otros, el respeto hacia otros seres, a otras especies que conviven con nosotros acá. Me lleva a un lugar de mucha más unidad.
Lunes, 22 de febrero de 2016
|