Mientras sigue adelante con su tratamiento, el actor viajó a Carlos Paz para reencontrarse con su mujer. Estuvieron separados durante tres semanas y la relación corrió serio riesgo. Pero el amor fue más fuerte.

El 3 de noviembre se transformó en un antes y un después para Matías Alé (38) y María del Mar (24). Luego del casamiento por civil y de tener todo listo para la ceremonia religiosa, un brote psicótico cambió la vida de la pareja. El misterio los envolvió y sólo creó incertidumbre sobre qué pasos iba a tomar la relación. Transcurrieron la internación juntos, codo a codo, pero de un día para el otro se separaron. A mediados de enero, la cordobesa dejó la casa que compartían, agarró sus pertenencias, su perro y se subió a un remise rumbo a su ciudad natal con su madre. Por entonces no se hablaba de una separación definitiva.
Sin embargo, diferentes cuestiones que se iban sumando a la historia, hacían suponer que no había vuelta atrás. Ella admitió la falta de intimidad, empezó a hacer vida de soltera, a recorrer la noche carlospacense y hasta se la relacionó con otro hombre. Días atrás, cuando la posibilidad de que Alé viajara estaba latente, ella dio vuelta su discurso y lo acomodó a lo que están viviendo hoy en día. Sin dar nada por perdido, Matías viajó a Carlos Paz, donde la conoció y empezó el romance, para recuperar ese amor que se esfumaba. Visiblemente mejorado, y dejando poco a poco las grandes dosis de medicamentos diarias, dijo entender el proceder y las declaraciones de su mujer.
Sin escala. El humorista se tomó un vuelo desde Buenos Aires a Córdoba con un solo objetivo: volver a encender la llama del amor. Aterrizó en suelo cordobés el domingo 7, cerca de las 22 horas. Allí lo esperaba un auto que lo llevó a La Posada del Qenti, un hospedaje en las afueras de la ciudad que se caracteriza por la tranquilidad y el contacto con la naturaleza. A este establecimiento mucha gente va a tratar problemas de obesidad y estrés.
“Estoy mejor, muy bien y contento porque los médicos me dejaron viajar. El tratamiento está avanzando bien, y por eso me dejaron viajar solo. Lo único que me pidieron es que no hablara mucho y, la verdad, ver las cámaras, los flashes, me asusta un poco, es como que tengo que acostumbrarme de nuevo… pero bueno, vine a buscar a María, por eso viajé. Hace más de un mes que no nos veíamos y la extrañaba”. La separación sirvió para acomodar las ideas, reflexionar, barajar y dar de nuevo. “La distancia la necesitábamos para darnos cuenta de que nos amábamos y de todo lo que nos extrañábamos”.
Renovado. Por recomendación médica, la pareja no se movió del hospedaje. Nada de frecuentar lugares poblados ni mucho menos ir al teatro, como se especulaba de antemano. Con la llegada a la ciudad serrana, varias compañías intentaron contratarlo y subirlo al escenario para que hiciera una participación especial. Sin embargo, esto no se pudo llevar a cabo. La pareja aprovechó para hablar, poner las cosas en orden y limar asperezas que habían surgido durante el mes en que estuvieron separados y a Matías no le llegaba la mejor información sobre la joven.
De a poco, todo va volviendo a la normalidad. “Me bajaron la cantidad de medicamento y eso ayuda para volver a ser el de antes. Anoche –por la del domingo 7– pasé una gran noche con María. Nos debíamos algo así, siento que de a poco todo está volviendo a la normalidad. Es la mujer que amo y que quiero a mi lado”.

Lunes, 22 de febrero de 2016