La actriz y el músico superaron la crisis y hoy se muestran más unidos que nunca. Las versiones que la vinculaban con Benjamín Vicuña quedaron atrás. La pareja llevó a su hijo a un cumple. ¡El oficio de ser papás!

El año pasado no fue el mejor para Natalia Oreiro (38). En el plano laboral, la actriz apostó todo por Entre caníbales, la tira que pasó con más pena que gloria por la pantalla de Telefe. Pero en lo personal, la cosa tampoco anduvo por los carriles del bienestar. Los rumores –casi certezas, y si no habría que preguntarle a Pampita a ver qué piensa sobre ella– de un vínculo sentimental con Benjamín Vicuña abrieron una grieta en la intimidad de su pareja de 10 años con Ricardo Mollo.
Un lazo afectivo que incluye el nacimiento de un hijo, Merlín Atahualpa, de 4 años. Se habló de crisis, de separación, de mudanza. Y ella prefirió llamarse a silencio, lo que acrecentó los rumores de que efectivamente estaba pasando algo fuerte entre la actriz y el guitarrista de Divididos. Sin embargo, la primera imagen de Oreiro este 2016 es otra.
¡Salida de tres! La familia salió de su hogar del barrio de Palermo, se subió a un taxi y partió hacia la zona de Flores, donde el vehículo se detuvo. Allí la pareja bajó, tocó el timbre de una puerta y cuando los atendieron dejaron a su hijo con dos mochilitas en un cumpleaños. No sin antes prodigarle sendos besos al pequeño. Una vez terminada la escena, Natalia y Ricardo volvieron al auto para regresar a la ya famosa propiedad que tienen en el Pasaje Santa Rosa, cerca de Plaza Serrano. “Cuando termino un trabajo, cuelgo los botines y me pongo en modo hippie. Estoy disfrutando de mi familia, de poder llevar y buscar a mi hijo”, contó la actriz en una entrevista, en medio de sus vacaciones campestres.
Con su look de falda larga, remera holgada, cabello desprolijo a medio recoger y cara lavada, Oreiro atraviesa con felicidad esos días de relax junto al músico. Amor, descanso, familia… ¡y parece que la pinta es lo de menos! Por un 2016 mucho más feliz.

Lunes, 15 de febrero de 2016