Tras superar un montón de especulaciones, debutó La Leona por Telefe… ¡y la rompió! Mientras las escenas con Pablo Echarri calientan la pantalla, la actriz confiesa que disfrutó grabar junto a Pablo, besarse de verdad y que la ratoneó grabar imágenes de alto voltaje a la vista de sus compañeros.

Los mundiales de fútbol se juegan y se ven cada cuatro años. Las novelas de Nancy Dupláa (46) lo mismo: después del golazo que fue Graduados en 2012, la morocha volvió a la pantalla de Telefe protagonizando La Leona, la apuesta con la que el canal espera levantar la copa del rating 2016. La espera terminó. Luego de varias especulaciones y críticas, la ficción debutó enfrentando a Los ricos no piden permiso, y la tira producida por Pablo Echarri (46) alcanzó picos de 17 puntos. En el promedio, le ganó 15,5 a 12,7 al producto de El Trece. El primer partido, adentro. Dupláa vuelve a formar pareja actoral con su marido, Pablo Echarri.
“Trabajar juntos no es algo que uno lo aconseje para cualquier pareja, pero como nosotros no somos cualquier pareja, somos bastante anormales, decidimos meternos, sabiendo que esto en lo que nos íbamos a meter no iba a afectar lo más preciado que tenemos, que es todo lo que construimos. No somos normales porque llevamos muchos años juntos, renovamos nuestros votos todo el tiempo, nos gusta estar juntos. Estamos juntos porque nos gusta. Todo eso hace que no seamos muy comunes. Por eso también nos animamos a hacerlo y aportó mucho juego a la pareja, muchas responsabilidades, nos pusimos en otro escalón, a laburar una ficción con todo lo que eso conlleva. Hoy puedo decir que el saldo es positivo y superó todas las expectativas”, arrancó Nancy, feliz con el estreno.
–¿Les da tranquilidad saber que la tira ya está grabada en su totalidad?
–Sí, mucha. Eso resalta lo que queremos contar y engalana la historia, porque lo más importante es que llegue a la gente. La gente compra las historias y se deja atravesar por ellas. Trabajamos un año antes de empezar a ponerle el cuerpo, y cuando se lo pusimos empezamos a grabar. La historia tuvo presencia. Tenemos entre manos una gran historia.
–Amor en la realidad… ¡y amor en la ficción!
–El hecho de ser pareja, y que la gente vea lo que hacemos en casa, hace que redobles la apuesta y tengas que contar otra historia, diferente en todo sentido. Al amor le dimos importancia. Son dos personas grandes que se conocen y flashean. Pero son antagonistas, y desde ahí todo es diferente.
–Interpretás a una mujer muy aguerrida…
–¡Una leona! Es una mujer común, de barrio y con historia sobre la espalda. ¿Cómo soy en la vida real? Me apabulla un poco el término leona, pero cuando una entiende el concepto en sí, de que sale a buscar el alimento para su manada o que mata si alguien le toca a uno de sus cachorros, les da miedo a los demás y genera respeto alrededor… y sí, hay un poco de eso.
–Y en tu casa, ¿sos así, la que lleva los pantalones?
–Sí, soy la que pone los límites de la mejor manera. Creo que soy la más fuerte de la casa.
–Interpretás a una costurera. ¿Cómo te llevás con las máquinas de coser?
–Cuando tenía 19 años comprarme ropa era casi imposible, y decidí hacérmela. Durante un año iba los lunes a aprender a enhebrar con la Singer, y ese fue mi pequeño acercamiento. No me da la capacidad para hacer cosas por ese lado, a gatas soy actriz. Gracias a la edición se logró que parezca que la tengo clara y somos re operarias.
–Se habló de que bajaste de peso y te preparaste físicamente para este personaje…
–Me exigí estar bien, bajar un par de kilos, porque la Leona tiene una impronta femenina muy fuerte. Es muy femenina, del escote y la sexualidad. Me exigía estar un poco bien y más aún que lo que la televisión actual te exige, porque de movida te clava 6 kilos. Como soy medio petisita y anchita siempre tengo que estar 4 o 5 por debajo de lo normal para dar bien. Pero esa exigencia me vino al pelo porque adopté una nueva forma de cuidarme, comer distinto y hacer ejercicios. Me siento bien. Después subí 3 kilos.
–El beso entre vos y Pablo, ¿es actuado o real?
–En este caso son de verdad, porque como protagonistas somos pareja. Me he besado con tipos pero puedo asegurar que no fueron como me besé con Pablo en esta novela. Para Pablo y para mí fue un juego que aportó muchísimo a la pareja. Porque nos besábamos en serio y nos metíamos en un personaje. ¡Y encima que te estén mirando te ratonea un poco!

Lunes, 1 de febrero de 2016