La rubia tuvo que salir a desmentir una nueva crisis con Martín Redrado. Es que en los últimos días, Salazar ofreció una nueva clase magistral sobre comportamiento histérico en las redes sociales. Que te saco, que te agrego… ¡Más vueltas que un rulero!

Para seguir las vueltas de la relación de Luciana Salazar (35) y Martín Redrado (54) hace falta un GPS. La pareja tiene más vericuetos que Parque Chas. Peleas, reconciliaciones, desplantes, idas y venidas, los capítulos de esta historia son tan caóticos como los de la trama de la novela mexicana más enroscada. Uniones vuelteras siempre existieron, pero de un tiempo a esta parte, las redes sociales se convirtieron en una vidriera que todos podemos ver. Sin que medie demasiado raciocinio, cualquiera puede convertirse en víctima de un impulso 2.0. Léase: dejar de seguir en Twitter a alguien por un arrebato, escribir un descargo agresivo, engancharse en peleas conventilleras, etcétera. Los famosos no son excepción. Y, sabemos, Lulipop es fan, muy fan de las redes, especialmente la del pajarito azul, su ámbito natural donde se expresa cotidianamente y donde sus caprichos y altibajos emocionales pueden leerse con tanta claridad como si se tratara de un folletín. ¿Y cuál fue la última que se mandó la rubia debilidad del economista, que despertó las suspicacias de todos?
En principio, de buenas a primeras dejó de seguir a su novio en Twitter. Pero hubo más, porque acto seguido se hizo la enigmática y escribió el siguiente mensaje: “Y después del 22 se volvió a convertir en calabaza”. Las versiones de una nueva pelea empezaron a inundar los medios. Cansada de los rumores, Salazar se sentó en el piso de Intrusos, desmintió enfáticamente la ruptura y trató de explicar el porqué de su comportamiento errático en la red. Pero las explicaciones, bastante inverosímiles, no convencieron. “Claro que estoy con él. Me da mucha gracia lo que inventan. No estamos en crisis. Tengo un problema con el Twitter. Me lo hackearon, se me autobloquean personas y vuelven de un día para el otro", dijo la blonda, que se esforzó por demostrar que lo suyo con el ex presidente del Banco Central marcha viento en popa.
Es que, en los últimos días, habló Amalia Granata, y se ve que sus dichos hicieron mella en el ánimo de Lulipop. Su archirrival simplemente pintó a Redrado como a un tipo complicado con el que “todo era un tema”. Pero lo que dicen que habría sulfurado a la platinada fue otro comentario: “Creo que al hombre le gusta la minita histérica, que el pelito, que la ropita, que tarda. Y yo no soy así". ¿Les suena? Martín, como siempre, mutis por el foro. Y Luciana… tuvo su pequeña revancha personal.

Lunes, 14 de diciembre de 2015