ITATÍ
Un pueblo que nació de la cultura guaraní y la devoción mariana
Hoy la localidad cumple sus cuatro siglos de vida. En dos ediciones especiales (publicadas ayer y que continúa hoy), diario época se propuso relatar parte de la historia desde su nacimiento, como un homenaje a la ciudad que alberga a la Patrona de todos los correntinos.
La etapa de la conquista y luego la colonial dotaron a Itatí de un profundo sentido de identidad ligado a la fe y a la devoción por María de Itatí, algo que no solo perduró en el tiempo, sino que fue creciendo hasta convertirse en un verdadero fenómeno en la región. Pero, muchos hechos se sucedieron, algunos ligados a la vida religiosa, y otra a la política y social de ese pueblo cuatricentenario. Tras la disolución del Cabildo en 1825, llegaron tiempos donde el lugar se transformó en un “pueblo de blancos”, y los guaraníes y sus descendientes perdieron su participación política y social que habían tenido hasta entonces. Según el historiador Gaspar Bonastre, “no hay en la vida del pueblo acontecimiento histórico más digno de recordación que el 4 de octubre de 1849, ya que la Revolución Itatiana de entonces fue episodio destinado a una repercusión de largos alcances. La revolución encabezada por uno de los más brillantes y temerarios soldados que la provincia de Corrientes brindó a la Nación, el itatiano Manuel Antonio Vallejos, sirvió para encender esperanzas en la ciudadanía correntina la más antirrosista de todo el país que, contra todos sus sentimientos, contaba con un rosista en el sillón de los gobernadores”, relata Bonastre en su libro “Viejo Itatí”.
LA VIRGEN ESPERA A LOS PEREGRINOS EN LA BASÍLICA. LA VIRGEN ESPERA A LOS PEREGRINOS EN LA BASÍLICA.
“Se oponían al gobierno de Rosas, y se levantan contra el gobierno de los Virasoro. Se adelantan a lo que sucedería más adelante, con la caída del gobierno. Pero, el gobierno de la provincia mandó al ejército, y los revolucionarios itateños tuvieron que huir despavoridos a Paraguay”, describió en diálogo con época el historiador (también itateño) Fernando González Azcoaga. “Quien se quedó fue fusilado o ahorcado, como el maestro de escuela Benigno Garay, quien por ser maestro redactó la proclama revolucionaria en el que se quejaban de abusos e imposiciones del estilo dictatorial rosista”, narró. “Manuel Vallejos consiguió salvar su vida al cruzar a Paraguay. Pero otros no tuvieron tanta suerte. Sus cuerpos fueron exhibidos en las plazas públicas de San Luis del Palmar, San Cosme y el (entonces) Parque de la Batería (parque Mitre), para una “vindicta pública”. Es decir, que sirviera de escarmiento”, relató. Luego, en otra etapa de la historia, otro levantamiento enfrentaría a balazos y tiroteos a autonomistas y liberales por la comandancia del pueblo.
Éxodo Itateño La guerra del Paraguay tampoco le fue ajena a Itatí. Corría febrero del 1866, casi un año después de la invasión a la Capital correntina, que fe evacuada en octubre del año anterior. Luego, ocupan Paso de la Patria, y la noticia de que llegaban a Itatí conmocionó la ciudad. El entonces comandante militar Manuel Serapio Sánchez recibe instrucciones de “no intentar resistirse”, y solo queda retirarse del pueblo. Todos los habitantes (la Virgen incluida) debían dejar las viviendas y refugiarse. Un campo de la familia Mayol fue el lugar al que se trasladaron, y una habitación de la estancia se convirtió en oratorio para entronizar a la Virgen, en un lugar cercano a Ramada Paso. “El cura no quería irse, y lo metieron preso los paraguayos”, relató González Azcoaga. Aunque no estuvieron mucho tiempo, el destrozo fue grande. Unas cien familias se vieron obligadas a emigrar tras la invasión por haber quedado en la absoluta miseria por los pillajes y actos vandálicos de aquella ocupación.
Coronación pontificia y el robo misterioso Fue llamada “La Conquistadora”, en algunos momentos sus pobladores también se referían a ella como “La Viuda”, la madre milagrosa, la Virgen de Itatí, a quien le atribuyen además la elección del lugar sobre el cual se asentó el pueblo en 1618, fue reconocida por el Vaticano en el 1900. Y coronada. Pero la ceremonia no fue en Itatí, y eso causó un revuelo en el pueblo, sino en el templo de la Cruz de los Milagros, en la capital correntina, el 16 de julio del 1900.
LA BASÍLICA COMENZÓ A CONSTRUIRSE EN 1938, AUNQUE EL PROYECTO ORIGINAL ERA OTRO. LA BASÍLICA COMENZÓ A CONSTRUIRSE EN 1938, AUNQUE EL PROYECTO ORIGINAL ERA OTRO.
Monseñor Rosendo de la Lastra y Gordillo, Obispo de Paraná, debía concurrir a un Concilio que se celebraría en Roma en 1899. Allí gestionó la coronación canónica, que le fue concedida. Para eso, se conformó una comisión de distinguidas damas, que se dedicaron a gestionar y recibir donaciones de piedras preciosas, oro y objetos de valor, con los cuales se fabricaría la corona, que fue bendecida por León XIII. Según relata Gaspar Bonastre, la carencia de alojamientos suficientes en Itatí para el acontecimiento que sería multitudinario, la comisión resolvió pedir que el acto se realizara en la Capital, lo cual desató el disgusto desde la localidad, donde incluso se juntaron más de 900 firmas para oponerse a la decisión. Finalmente la ceremonia se realizó en la iglesia de La Cruz, y asistieron obispos de todo el país para la coronación, que se dio en un marco de repique de campanas y salva de cañonazos. El entonces teatro municipal (donde ahora está el Juan de Vera), fue el lugar para las celebraciones sociales del evento. En ese contexto se estrenaron los himnos a la Virgen de Itatí, uno de ellos escrito por el padre Esteban Bajac, y no es otra que esa canción que los correntinos y peregrinos de la Virgen aún le dedican: “Los himnos más dulces que el pecho atesora/ queremos ¡Señora! cantarlos a tí. / Que tierna escogiste con ojos clementes, por reino Corrientes, por trono Itatí”.
El robo de la corona En la madrugada del 28 de noviembre de 1902, la corona de la Virgen desapareció, y el escándalo resonó en los medios de todo el país. Nunca se supo realmente qué sucedió, aunque los relatos de la época el hecho no era extraño a las autoridades eclesiásticas. Ese mismo día, el Juez del Crimen Eliseo Castellanos se embarcó rumbo a Itatí, para investigar el crimen, aunque sin mayores resultados. Y luego se envió un investigador de la policía de Buenos Aires para ocuparse del caso.
LOS VITRALES SE COLOCARON EN 1974. LOS VITRALES SE COLOCARON EN 1974.
Desde el principio, se creía que el ladrón conocería el lugar, puesto que dejó piedras falsas y solo se llevó lo valioso. A fines de diciembre fue llevado preso el cura de Itatí, Ludovico Bertagagni, y el personal del santuario. En enero de 1903 algunas joyas aparecen cerca del río. En un momento, la iglesia de Itatí se quedó sin autoridades, ya que fueron retiradas por el Obispo. Algunas versiones de la época sostuvieron que se trató de una maniobra política contra el cura. Según el historiador Bonastre, el investigador (Laguarda) dijo tener certeza de quién fue el autor del robo, pero al consultar con el gobernador José Rafael Gómez se resolvió no dar a conocer detalles. Dos años después del delito, la joya fue hallada a orillas del río. Después de engorrosos trámites judiciales (se llegó a allanar el Obispado de Paraná), la corona volvió a ceñir las sienes de la Virgen, que fue reconorada en 1908. El anónimo robo de la corona persiste como un misterio.
Santuarios Antes de la basílica, Itatí tuvo varios santuarios para albergar a la imagen sagrada de la Virgen. Y aunque hubo proyectos anteriores de construir un gran templo -pensado con un estilo arquitectónico totalmente diferente al que luego se erigió- los impulsores murieron antes de concretar la obra. Recién en 1938 se colocó la piedra fundamental, y las obras duraron unos 12 años. Muchos de los pobladores más antiguos de Itatí aún recuerdan esos tiempos. El edificio “es similar a muchos otros de Europa, puesto que sus arquitectos fueron italianos, y tiene detalles que se pueden encontrar por ejemplo en el Vaticano”, explicó a época Fernando González Azcoaga. Su construcción, majestuosa, no la convirtió sin embargo en basílica. “No es por sus dimensiones, es una declaración oficial de la Iglesia lo que la coloca en esa categoría”, enfatizó el historiador. Tales son solo algunas postales de la riquísima historia de un pueblo ligado a la identidad correntina y a la fe que cumple hoy sus 400 años, y que alberga a la Madre y Patrona de los correntinos.
Lunes, 7 de diciembre de 2015
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