Soldados aseguran que fueron alquiladas las instalaciones para un evento privado y los obligaron a trabajar como camareros y cocineros. La Justicia Federal recepcionó una denuncia contra el mando del Grupo de Artillería de Monte III de Paso de los Libres por el supuesto alquiler del predio donde funciona la guarnición, a una entidad privada en la que soldados fueron presionados tras malos tratos y amenzas de sus superiores para prestar servicios como cocineros y camareros a los participantes del acontecimiento.

El pedido es también para que se averigüe a los funcionarios militares por la posible comisión del delito de “cohecho pasivo” y “peculado” que pudieron haber recibido una importante suma de dinero “en al menos un hecho” por facilitar la utilización de los bienes del Estado a su cargo a terceros.

La denuncia fue presentada al Juzgado Federal de Paso de los Libres, a cargo de Gladis Mabel Borda, hace diez días, pero fue ayer que la magistrada resolvió solicitar a la Fiscalía Federal que se aboque a la investigación, según fuentes cercanas al caso.

En el requerimiento enviado al Ministerio Público es por la acción promovida por un subteniente a cargo de la jefatura de la sección Intendencia de ese Regimiento contra el jefe del Grupo de Artillería de Monte III, F.M. Uriburu, y contra L.S. Almada, “por la comisión prima facie de los ilícitos de abuso de autoridad y cohecho pasivo”.

La acusación también es “contra quienes resulten coautores, cómplices e instigadores o cualquier otro grado de participación” en los hechos denunciados.

Según explicó Juan Coulleri, abogado que patrocina al denunciante, “el hecho puntual por el que se hace la presentación es el alquiler del predio del Ejército para la realización de un encuentro de trabajadores de una entidad nacional a cambio de una suma de dinero abonada a los jefes de la guarnición”.

Según el letrado, “esta prestación incluía alojamiento para unas 90 personas, la prestación de servicios de gastronomía, traslado con vehículos oficiales y de camareros, trabajos que eran desarrollados por los soldados por orden de los superiores.

Aparentemente, según comentó el abogado libreño, por estas prestaciones se habría abonado 150.000 pesos que se habrían pagado en dos veces, una antes del evento y otra después”.

Lunes, 7 de diciembre de 2015