GRAVES FALENCIAS EN EDUCACIÓN
Las escuelas, sin supervisores, terminan las clases a la deriva
Los supervisores escolares que dependen del Consejo General de Educación casi no existen. De un total de 30 plazas previstas, solo quedan 9 en ejercicio para toda la provincia, pero la mayoría gozan de su licencia anual a fin de año. No hay más de 3 en funciones. Las escuelas marchan sin control pedagógico.
Al finalizar el ciclo lectivo 2015, la herencia que deja el Ministerio de Educación de la provincia que maneja el veterinario Orlando Macció, del que depende el Consejo General de Educación, acusa más de 1900 instituciones educativas en toda la provincia con sólo nueve supervisores para el control pedagógico y general de su funcionamiento.
Las plazas vacantes rondarían la veintena, teniendo en cuenta que hace diez años atrás unos treinta cubrían todo los departamentos. Hoy los que quedan deben repartirse distintos departamentos, y controlar cuando pueden, y siempre y cuando se les otorgue los fondos de traslado respectivo, con casi un centenar de escuelas a su cargo.
Por ejemplo, la supervisión escolar en los departamentos de Mercedes y Curuzú Cuatiá depende un solo agente, que además debe reportar a la capital permanentemente para cumplir sus funciones en coordinación con sus superiores del Consejo de Educación.
De esta manera, no tiene tiempo material para hacer frente a su responsabilidad durante el año.
Así, hay muchas escuelas, sobre todo las rurales, que no reciben la visita de un supervisor durante varios ciclos escolares, y menos aún, logran controlar y coordinar el trabajo con todos los directores de escuelas que están a su cargo.
Por ejemplo, al finalizar el presente ciclo lectivo, esta situación hizo que la comunicación referente a la conclusión del período de clases no llegara a todas las escuelas, y los directivos a su antojo lo fijaran para el 30 de noviembre, e incluso el 26, teniendo en cuenta el feriado largo. En verdad el Ministerio de Educación había fijado para el 4 de diciembre, para cumplir el mínimo de días de clases acordado a nivel nacional. La falta de supervisores hizo que la circular respectiva no llegue a los establecimientos.
Pero el área que es testigo, es la supervisión de Educación Física. No existen supervisores, ya que el último se jubiló en 2014, y no hay quien controle la actividad en toda la provincia desde el Consejo.
Por otra parte, al no haber concurso público de ascenso de jerarquía para ese nivel, las vacantes no pueden ser cubiertas por interinos ni suplentes, sino por quienes efectivamente avancen en la carrera docente de manera jerárquica, como lo establece el Estatuto del Docente.
La falencia los gremios le atribuyen a la inacción del Consejo de Educación, a cargo del ex intendente de Caá Catí Ricardo Torres.
Miércoles, 25 de noviembre de 2015
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