En un repleto Roberto Meléndez, la Selección derrotó por 1-0 a los 'cafeteros' con gol de Lucas Biglia. La 'Albiceleste' superó de principio a fin a una desconcertada Colombia y así logró el primer triunfo en el camino a Rusia 2018. No sólo sirvió para acomodarse mejor en la tabla, sino también para darle un espaldarazo al criticado Martino.

La soga al cuello ya estaba asfixiando a la Selección argentina y dejando principalmente sin aire a un muy cuestionado Gerardo Martino. Y la infernal Barranquilla volvía a presentarse como el escenario donde la Albiceleste debía sacar el pecho y respaldar a su entrenador (tal como sucedió hace cuatro años atrás con Alejandro Sabella como conductor).

Mientras el calor y la humedad ya le jugaban en contra, la Selección colombiana pareció salir decidida a terminar de asfixiar a los argentinos. Sin embargo, poco duró el arranque furioso de los cafeteros, ya que los del Tata se acomodaron en el campo y enseguida se hicieron dueños del partido.

Con el control del balón, Argentina dominó prácticamente por completo a una desconcertada Colombia y fue cuestión de minutos para que reflejara la superioridad en el marcador. Antes de los 20 minutos, apareció Lucas Biglia para iniciar una contra en su propio campo y terminarla en el arco rival empujando el balón al fondo de la red luego de una habilitación de Éver Banega que dejó en ridículo a Cristian Zapata.

Aunque los dirigidos por José Néstor Pekerman prácticamente no dispararon al arco defendido por Sergio Romero, los fantasmas sobrevolaron el ambiente cuando Ángel Di María se perdió un increíble mano a mano sobre el cierre del primer tiempo y dejó que Argentina se fuera al descanso sólo imponiéndose por la mínima.

Ya en el complemento, los de Martino comenzaron a acusar el cansancio y las piernas no respondieron de la misma manera. Pero mientras el local se animaba y casi marca a los pocos minutos (por intermedio de Frank Fabra, el lateral pretendido por Boca), Argentina se encargaba de dar pelea con sus armas.

Así fue logrando sacar de eje a los cafeteros, que se vieron envueltos en un nerviosismo que los hizo recaer sobre la violencia extrema. No sólo cortaban el juego con reiteradas faltas, sino que se descargaban también con golpes desleales (tales como el de Cardona a Mascherano y el de Murillo a Dybala).

Pese al agotamiento de los protagonistas, ambos entregaron todo hasta los minutos finales y el cierre fue verdaderamente electrizante. Mientras el palo se lo negó a Dybala a los 44 minutos, Argentina contó con la fortuna de su lado en el tiempo de descuento.

Lo cierto es que nada pudo torcer el 1-0 que le dio a Argentina su primera -y muy justa- victoria en el certamen, logrando así brindarle el respaldo necesario a su entrenador. Barranquilla fue una vez más el escenario de la resurrección albiceleste.

Miércoles, 18 de noviembre de 2015