Tal vez, sea apresurado conjeturar sobre el futuro del entrenador de la Selección argentina, Gerardo Martino. Y, tal vez, iríamos en contra de aquel concepto de “trabajos a largo plazo” del que tantas veces hablamos.

Martino lleva más de un año en el conjunto nacional tras la salida sorpresiva de Alejandro Sabella luego de la obtención del subcampeonato del mundo en Brasil 2014. Lamentablemente, o no, en la Selección argentina se piden más resultados que en cualquier combinado nacional o club del mundo. Pues "nosotros" creemos, y a veces algo de cierto hay, tener a los mejores futbolistas del planeta. Pero bien, volviendo al tema de la continuidad de Martino, se vienen dos partidos por Eliminatorias Sudamericanas que no son dos más dentro del cronograma de juegos que acumula 18 fechas. Primero se juega el clásico ante Brasil; un juego más que trascendental debido la rivalidad y luego Colombia en Barranquilla. A priori, y por los últimos desempeños del penta campeón del mundo, estaríamos hablando de una de las peores selecciones brasileñas de la historia. Aunque por estos datos, siempre estadísticos, no podríamos llegar a asegurar que será un partido accesible para la Argentina en el Monumental. Nunca mejor plantado el dicho de “Brasil es Brasil”.




Lo cierto es que más allá de que sean solo dos partidos en una lista larga de enfrentamientos por Eliminatorias que concluirán aproximadamente dentro de dos años, lo que llama la atención, y causa algo de temor, es la chance de que los líderes del torneo se puedan escapar de forma abrupta en la cima de la tabla de posiciones. Solo un punto ha cosechado la Argentina en dos presentaciones y tanto Uruguay, Chile como Colombia, ya le han sacado cinco de diferencia en la pugna de los cuatro equipos que se meterán de forma directa en la próxima instancia final de la Copa del Mundo en Rusia 2018.

Sin el título en la Copa América, Gerardo Martino dilapidó algunas cartas importantes que tenía en su haber. Hoy el presente no es el mejor y, sin buenos resultados en Buenos Aires y Barranquilla, la cuestión podría empeorar y seguramente se empezará a murmurar por un cambio urgente antes de que sea demasiado tarde. Le toca jugar a Martino, sin el as de espada.

Miércoles, 11 de noviembre de 2015