ESTADOS UNIDOS
El periodista que reveló el caso Snowden advirtió que el espionaje es más fácil ahora
Los medios de acceso secreto a las comunicaciones son más poderosos que en 2013 y el derecho a la privacidad y las fuentes periodísticas siguen en peligro, advirtió Ewen MacAskill, a quien Snowden reveló las prácticas de espionaje masivo de EEUU.
Hace dos años y medio, MacKaskill recibió la orden del diario para el que trabaja, el británico The Guardian, de viajar a Hong Kong para entrevistar a un hasta entonces desconocido ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense que afirmaba contar con una primicia que sacudiría al mundo.
De visita en Argentina y en entrevista con Télam, el escocés MacAskill confió que nunca imaginó que lo que Snowden tenía para revelarle durante aquellos encuentros de mayo de 2013 en la ex colonia británica, iban a cambiar tanto su vida y a tener tantas repercusiones internacionales.
"Cuando fui a Hong Kong, para mí era sólo otro encargo, e incluso cuando ya estábamos allí no creí que fuera una gran cosa y pensé, 'esto es demasiado técnico'", dijo MacAskill, uno de los tres periodistas, junto con los estadounidenses Laura Poitras y Glenn Greenwald, que dieron la ya célebre noticia.
"Snowden pensaba que era una gran noticia, pero todas las fuentes piensan que sus noticias son grandes. Laura me dijo: 'es realmente importante, y lo van a enseñar a estudiantes de periodismo durante 20, 30 o 40 años'", dijo MacAskill.
"Tenían razón. Nunca pensé que dos años y medio más tarde estaría en Argentina hablando de ello", agregó el especialista en temas de seguridad y vigilancia, quien vino a Buenos Aires para participar del festival Noviembre Electrónico y de un encuentro con hackers en el Centro Cultural Néstor Kirchner, el jueves próximo.
El periodista, de 63 años, reconoció que las impactantes revelaciones de que Estados Unidos y el Reino Unido espiaban sistemáticamente las comunicaciones de millones de sus ciudadanos y de habitantes de otros países, incluyendo líderes mundiales "aliados", tuvieron un enorme impacto global.
Sin embargo, advirtió que el hecho de que estas prácticas se hayan puesto en evidencia y expuesto a los ojos de todos, no significa que ya no se apliquen ni que hayan dejado de volverse más sofisticadas.
"Cuando Snowden nos reveló la dimensión de la vigilancia masiva de Estados Unidos el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, estábamos en 2013", recordó MacAskill.
"Los periodistas deberían preocuparse, se ha vuelto realmente difícil proteger tus fuentes. Si alguien me llama por teléfono o me manda un mail, hablamos por chat, lo pueden rastrear” "En estos dos años y medio, han adquirido mejores herramientas (tecnológicas para espiar) y medios más poderosos de vigilancia que los que tenían antes...¡Imaginate adónde van a llegar en 2020 o en 2025! Creo que esto debería ser motivo de preocupación", añadió.
Más aun, el periodista de The Guardian agregó que algunos de esos países, amparados en la necesidad de combatir el "terrorismo", están tratando de darle un marco legal a sus procedimientos de espionaje de las comunicaciones, y citó una ley recientemente hecha pública por el gobierno británico.
"La ley requiere que todas las compañías que prestan servicio de comunicaciones -Facebook, Microsoft, Google- tienen que cooperar con el gobierno y el GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno, uno de los tres servicios secretos británicos) para permitirle acceso a los datos almacenados", explicó.
Las empresas "tienen que guardar todos los datos recolectados durante 12 meses, lo que significa que ellos pueden inspeccionar todo. Pero sí necesitan, para los casos de vigilancia dirigida de un individuo en particular -algo con lo que no tenemos problema- obtener una orden judicial. Pero sí tenemos problema con la recolección masiva: quieren todo lo almacenado", alertó.
MacAskill dijo que esto plantea serios desafíos para los periodistas.
"Los periodistas deberían preocuparse por esto, porque se ha vuelto realmente difícil proteger tus fuentes. Si alguien me llama por teléfono y es por algo comprometedor para el gobierno, o me manda un mail, hablamos por chat, o me manda un mensaje con un iPhone, lo pueden rastrear: es tan fácil ahora", subrayó.
"Una de las cosas que está haciendo Edward Snowden en Moscú es el desarrollo de un sistema para tratar de proteger a las fuentes dándoles una forma de software para encriptar datos" MacAskill agregó que los informantes anónimos que recurren a The Guardian creen que el gobierno puede averiguar quién es, y que es necesario desarrollar una forma de proteger las fuentes.
"Una de las cosas que está haciendo Edward Snowden en Moscú es el desarrollo de un sistema para tratar de proteger a las fuentes dándoles una forma de software para encriptar datos", contó.
El sistema, usado por The Guardian y The Washington Post y llamado Secure Drop, permite que las fuentes puedan subir sus informaciones de la manera más anónima posible, sin temor a que los servicios de inteligencia tengan acceso a esos datos.
Pero así como por un lado todas estas herramientas novedosas están ayudando a los periodistas a preservar la identidad de sus informantes, también requieren un cierto nivel de habilidad técnica de las fuentes que quieran usarlo, explicó.
MacAskill subrayó que se siente personalmente comprometido con el destino de Snowden, quien vive exiliado en Rusia desde agosto de 2013 en un intento de evitar su enjuiciamiento en Estados Unidos, donde el gobierno lo acusa de espionaje y podría recibir una dura pena de cárcel.
"Creo que este asunto de la privacidad y la vigilancia es realmente importante. Y mientras Snowden no pueda regresar a Estados Unidos o a Europa occidental, para nosotros es un asunto inconcluso, y tenemos que seguir adelante hasta que se termine su exilio", concluyó.
Miércoles, 11 de noviembre de 2015
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