EMPLEADOS MOLESTOS
El Warnes Correntino no soportaría la carga si funcionara como oficina pública
Las paralizadas Torres del ex aéreo club, cimentadas para viviendas familiares, no soportarían la carga habitual de aquellos edificios construidos con destino de oficinas públicas. Desde la entidad habitacional se impulsa su remodelación y re-funcionalización a través de un estudio de factibilidad contratado a una Consultora de dudosa procedencia, según denunciaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que representa a una buena masa de empleados estatales.
Asimismo la opinión de especialistas ante la confirmación del Titular del INVICO, Bernardo Rodríguez, que el legendario Warnes Correntino será reacondicionado para áreas del Estado, pone en duda el destino real de la obra, considerada uno de los emblemas de la corrupción del otrora pacto autonomista-liberal y del grupo Romero Feris. Se supo que la municipalidad no la habilitaría hasta tanto el Instituto de Tecnología Industrial no le otorgue el certificado dispuesto por la reglamentación que rige en la actualidad, fuera de lo que evalúen técnicos de la UNNE.
Para el ingeniero Civil, Hidráulico y en Construcciones, Rodolfo Amilcar Paladini, la carga inicial estructural del llamado Warnes Correntino, se calculó en un total de 450 kilos por metro cuadrado (m2) permanentes y accidentales. “Con estas cargas se dimensionaron las bases de fundaciones, tabiques portantes, vigas, lozas, sus columnas, en todo su hormigón armado”, detalló Paladini. Como dato recordó, que 30 años atrás cuando se inició la obra, estaba vigente el reglamento de estructura de hormigón armado, INTI – CIRSOC 201 1982. “Si se le pretende dar destino de oficinas públicas, las cargas totales a tener en cuenta son de 750 a 800 kilos por metros cuadrado”, puntualizó el ingeniero Paladini para indicar que hoy rige el INTI CIRSOC 201 2005 (Reglamento Argentino de Estructuras de Hormigón), el que se debe aplicar. “Actualmente es el vigente que se debe respetar”. “Estamos hablando de duplicar la carga”, enfatizó. Se estaría cambiando los destinos de los edificios que eran para viviendas familiares a oficinas públicas variando considerablemente las cargas. “Se incidiría sobre las estructuras para la que fueron construidas y dimensionadas”.
“A las cargas adicionales no se la pueden reformar y adaptar”, recalcó para insistir que si se le aumenta las cargas originales al doble, repercute en los tabiques portantes, las bases de fundaciones, vigas, lozas, columnas, “y en todo su hormigón armado”. “El suelo portante no está preparado para soportar la duplicación de carga, siendo esto una primera cuestión insoluble”, afirmó para recalcar que la norma establecida en el reglamento INTI – CIRSOC 201 2005, garantiza una durabilidad o vida útil a los elementos estructurales de hormigón armado de solo 50 años. “Si se edificaron hace 30 años, solamente le quedan 20. Ya pasó el 70% de su vida útil, la pregunta que debemos hacernos, es si realmente conviene terminarlos”. Asimismo se podría buscar una solución, siempre pensando como uso de vivienda familiar, explicó Paladini. “Para eso se deberían realizar estudios de ultrasonido, rayos X, esclerometría y/o atómico para ver estado de agresividad en la cuantía de hierro y resistencia de hormigón”, finalizó.
ATAQUE AGRESIVO
La obra se paralizó hace tres décadas por deterioros en las estructuras flotantes. “Presentaban daños gravísimos en las estructuras (lozas, tabiques portantes, columnas, etc.) por el ataque agresivo de productos cálcicos sobre las barras de acero en la masa de hormigón armado”, explicó Rodolfo Paladini para puntualizar que “este ataque agresivo en el tiempo no se ha paralizado ni detenido y por consiguiente se agravó”. “Al presente este efecto agresivo sobre el componente acero en el hormigón armado aumento considerablemente disminuyendo las secciones resistentes frente a solicitaciones en las losas y tabiques portantes, motivando otra cuestión insoluble”, sentenció el ingeniero Paladini.
Miércoles, 21 de octubre de 2015
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