LIBERTAD DE EXPRESIÓN
En México están matando con impunidad a periodistas para dejar un mensaje, asegura una activista
Un termómetro para determinar si un país no va bien con la democracia es cuando se coarta la libertad de expresión y en México están matando a periodistas y activistas que investigan, denunció la periodista y dirigente Lucia Lagunes Huerta, quién además indicó que en ese país se vive una emergencia nacional en derechos humanos.
Lo que revela la gravedad de los derechos humanos es la violencia hacia periodistas y la violencia hacia las mujeres. En México no se está respetando el derecho al disenso", explicó a Télam Lagunes, quien vino a la Argentina a ofrecer una serie de charlas en su carácter de directora de la agencia de noticias CIMAC, coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Genero (RIPVG) y asesora de las Naciones Unidas (ONU).
"De acuerdo a los registros que tenemos las organizaciones sociales el 50 por ciento los agresores de periodistas son agentes del Estado, es decir, integrantes de fuerzas de seguridad como el Ejército, la Marina, o la Policía, pero el gobierno dice que es el crimen organizado y eso se colocó en el imaginario", denunció.
Lagunes asegura que el presente en el país es preocupante por el grado de impunidad que se instaló "desde lo más bajo a lo más alto" y son las organizaciones las que investigan en lugar de la Justicia e intentan llevar no "solo estadísticas de los asesinados sino toda la vinculación que nos dice que esos asesinatos tienen que ver con su trabajo periodístico, todos los que asesinaron estaban investigando asuntos corruptos".
Como ejemplo, menciona la muerte de la Nadia Vera, activista de derechos humanos y el fotógrafo Rubén Espinosa que trabajaban en Veracruz, "uno de las estados más peligrosos para ejercer el periodismo", pero a la vez uno de los sitios en los que los periodistas, aún con miedo, se agrupan y buscan respuestas.
Lagunes cuenta que de la escena del crimen desaparecieron los celulares de Vera y Espinosa y que la activista ya había sido intimidada en un festival de estudiantes cuando "entraron unos tipos, golpearon a todos y se fueron. Nada es casualidad", asegura.
"El gobierno nacional no asume nada. Hay un silencio cómplice que permite que sigan pasando en municipios y estados. Seguimos sumando compañeros asesinados", denuncia Lagunes y subraya que el objetivo es uno: "El atentado a un periodista tiene efecto hacia el resto, es un mensaje todo el tiempo. Por eso es tan grave".
Por otra parte, la periodista mexicana intenta deconstruir el imaginario instalado del concepto de enemigo, en el que todo delito es responsabilidad del crimen organizado. Complejiza ese concepto y arriesga que tanto Estado como el narcotráfico o bandas organizadas, son responsables de la situación que vive el país.
"Estado y crimen organizado son parte de lo mismo. Uno no existe sin el otro. Si aplicas justicia efectiva lo otro no podría funcionar. Si fuera sólo crimen organizado tendría que tener juicio y condena y eso desalentaría cualquier cosa, la impunidad es una puerta abierta a la repetición", señaló.
"El crimen organizado pareciera que está ajeno a las instituciones, y el crimen organizado en México también es parte del poder oficial. Por eso es tan grave que el estado no investigue y no sancione", definió.
La periodista remarca la necesidad de construir políticas para evitar que los crímenes o las desapariciones -como la de los 43 estudiantes de Atyozinapa- se repitan, para romper esa complicidad entre el crimen organizado y las estructuras de poder que no solamente son poderes políticos sino también hay otras complicidades, como la de los sectores financieros.
"En México entra mucho dinero del narcotráfico y no está guardado en los colchones. Está en bancos y empresas. Hay complicidad", sostiene. "La impunidad no apareció ayer, se ha ido construyendo. Tenemos un sistema de justicia que no responde a la sociedad pero si a otros intereses", subrayó.
Lagunes, por otra parte, señala que en el caso de las mujeres periodistas la situación es mucho más grave. "El sexismo con el cual se mira, la discriminación y la desigualdad que vivimos como mujeres en el gremio provoca una doble situación de injusticia".
Del año 2000 a la actualidad la violencia hacia los periodistas varones creció en un 200 por ciento, mientras que en el caso de las mujeres periodistas, la estadística revela que hay un 3000 por ciento de incremento de violencia.
"No es que haya más mujeres que varones que están siendo violentados sino que hay una mirada sexista que impidió en los primeros años mirar a las reporteras que sufrían violencia", dice y agrega que en la actualidad, las periodistas ganaron "el derecho de ser nombradas pero la justicia a la hora de denunciar un ataque, sigue minimizando".
La violencia hacia las periodistas también se extiende a cualquiera que intente alzar su voz. "En estas últimas elecciones (7 de junio) la violencia política se instaló de manera espeluznante. Por primera vez tuvimos candidatas asesinadas, candidatas que declinaron por las amenazas, la lógica fue bajarlas de la lucha política porque no soportan perder lugar los hombres".
En su último informe, el presidente Enrique Peña Nieto no se refirió a la desaparición de personas, pese a que varios organismos internacionales han mostrado su preocupación por los miles de casos denunciados.
Según Lagunes, si bien hay un reconocimiento en el Registro de Personas No Localizadas de 30.000 personas desaparecidas, las organizaciones hablan de 80.000 en los últimos 10 años.
"La investigación sigue quedando a cargo de las personas que se volvieron expertas en búsquedas", lamenta y refuerza la idea de que en México hay una emergencia en derechos humanos. "Personas desaparecidas que nadie sabe que les pasó, la aparición de fosas clandestinas que nadie explica, y la vez esta acción represiva del gobierno de criminalizar la protesta determinan esta situación", denunció.
Lunes, 14 de septiembre de 2015
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