SIRIA
El Estado Islámico coloca explosivos en ruinas protegidas por la Unesco
Combatientes de la milicia extremista del Estado Islámico (EI) colocaron numerosos explosivos y minas antipersonales en distintas partes de las antiguas ruinas de la ciudad siria de Palmira, considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco, según denunciaron hoy fuentes pro opositoras
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con base en Londres que apoya a la insurgencia siria y que cuenta con una red de informantes en ese país, explicó que aún no está claro si los islamistas minaron las ruinas para hacerlas explotar ahora o para usarlo como elemento disuasivo en el caso de un avance del Ejército.
Conocida como "la novia del desierto", Palmira, se encuentra en un oasis y en la antigüedad funcionaba como un punto de encuentro de las caravanas que atravesaban la llamada Ruta de la Seda, que durante siglos conectó Asia con Medio Oriente y Europa, y fue utilizada por varias civilizaciones.
Antes del inicio de la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, sus ruinas, con sus teatros y templos y calles con columnas grecorromanos o con influencias persas de los siglos II y I a. C , eran uno de los principales centros turísticos del país árabe.
Las ruinas de Palmira, situadas en el centro del país, son uno de los seis sitios sirios que están incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Por eso la toma de esta ciudad en mayo pasado por parte del EI desató todo tipo de alarmas en el mundo.
Se trata de la misma milicia extremista que hace sólo unos meses destruyó uno de los sitios arqueológicos más importantes de la vecina Irak, la ciudad de Hatra que data de más de 2.000 años y que también fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
También en Irak, y antes de Hatra, los yihadistas del EI ya provocaron estupor mundial este año al demoler la antigua ciudadela asiria de Nimrud con retro excavadoras y explosivos y destruir estatuas y otras piezas arqueológicas en el museo de Mosul, la segunda ciudad del país.
Sin embargo, hasta ahora los islamistas del EI no han destruido ninguna de las grandes estructuras de las ruinas de Palmira, uno de los principales destinos turísticos del país antes del inicio de la guerra civil que ya lleva más de cuatro años, mató a más de 220.000 personas y forzó a cerca de la mitad de la población a abandonar sus hogares.
La zona, no obstante, se convirtió en este último mes en uno de los focos calientes de la guerra siria con combates y bombardeos diarios en los alrededores de la ciudad. IMPRIMIRACCESIBLEACCESIBLE
Lunes, 22 de junio de 2015
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