ENTERATE DE QUIEN SE TRATA
"Fui cajera en un supermercado para pagarme la facultad"
Esposa, madre, conductora de televisión (y no necesariamente en ese orden): más de diez años después de Gran Hermano 2, el reality que cambió su vida, ella logró todo lo que había soñado. Claro que no faltaron el esfuerzo y el sacrificio...
Gajes del contador público: todo debe estar organizado, cada cosa en su lugar y a su debido tiempo, puntillosamente. Fíjese, si no, en cómo hizo Alejandra Martínez (recibida diez años atrás en la Universidad Nacional de Córdoba) para aprender a manejar de grande, casi al cumplir los 30. Fue a una academia, como lo haría un farmacéutico, un historiador o un martillero público, es cierto. Pero ya con la licencia de conducir en mano, la cordobesa tomó una curiosa decisión que marca su costado más previsor: "Me compré un auto choto que pudiera chocarlo sin problemas, por las dudas, así nadie me retaba –explica Martínez–. Y es que sí, soy muy estructurada... De hecho, era la alumna prolijita del colegio, y pensaba terminar la facultad, casarme y tener hijos. Tenía como un cuadradito ya armado para mi vida". Pero el marco se cayó de la pared cuando Alejandra, a escasas tres materias de recibirse, decidió anotarse en la segunda edición de Gran Hermano. "¡Fue genial! Me permitió salir de esa estructura y ver que la vida también pasaba por otro lado, que había un montón de cosas más para hacer. Y entonces me vine a vivir sola a Buenos Aires, empezando de cero". Hoy es conductora de El Garage TV, que va por Canal 13, y del programa de golf Hoyo 19, de Fox Sports, mientras estudia periodismo deportivo. Pero logró cumplir el sueño de la familia: junto al corredor Juan Pablo Rossotti tuvo dos hijos, Sofía (6) y Benicio (de un año y medio). –¿Evaluaste dejar tu carrera por la maternidad? –Una de las cosas que menos me gustan de este trabajo es que cuesta mucho volver a insertarse una vez que fuiste madre. Pero yo soy de las mujeres que piensan que son tan importantes la familia y los hijos como su espacio de realización personal. Obviamente que cuando recién sos mamá te cuesta, y que es muy importante que primero pases un montón de tiempo en tu casa, pero no serviría para estar 24 horas como ama de casa. ¡Me muero! –Los futbolistas tienen las botineras, y con los corredores están las promotoras. –Te soy sincera: no soy celosa. Y yo confío en él. Pero lo reconozco, también lo hago así para que no me celen ni me obstruyan el camino de mi profesión. En Córdoba, mis novios eran celosos, y yo les mentía: "¡Te juro que es la última publicidad que hago!" Y después me veían en otra… Dejé una pareja cuando me vine a Buenos Aires, y me dije: "¡Nunca más un novio celoso!" Igual, no es que no me importe… Si en una carrera veo una situación medio rara, digo: "¡¿Qué le pasa a esta morocha?!" Tampoco tonta. Cada cosa en su lugar.
Jueves, 21 de mayo de 2015
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