El protagonista de "Esperanza Mía" contó cómo vivió los seis meses que estuvo alejado de su mujer.

La separación lo cambió y lejos de "salir de joda", se refugió en el departamento de un amigo durante seis meses y bajó algunos kilos. Hoy, de regreso con su familia, Mariano Martínez asegura que está feliz de tener una segunda oportunidad y que cree en el amor para toda la vida.

"Sufrí mucho cuando me separé, se me hacía muy difícil estar sin mi familia", confiesa el protagonista de "Esperanza Mía" en revista Pronto. Después de seis meses, el actor se reconcilió con su mujer Juliana Giambroni, con quien tiene dos hijos, Olivia (5) y Milo (2).

"Cuando me separé, un amigo me prestó su departamento y me fui a vivir ahí. Se me hizo muy difícil pasar tiempo solo, Fueron meses de pensar mucho. No tenía ganas de salir. Me la pasaba tocando la guitarra y hablando con mis amigos, que me ayudaban mucho", cuenta Mariano sobre el distanciamiento con su mujer.

"Reflexioné mucho para entender por qué me había pasado lo que me pasó. Yo soy de vivir estas cosas en soledad y no me pintó salir de joda".

Ahora, comprometido con el trabajo y su familia, y mientras disfruta del éxito de "Esperanza Mía" por El Trece (promedia los 16 puntos de rating), asegura: "Me siento muy feliz de que podamos tener una segunda oportunidad con Juli. Creo que haber superado este impasse es un gran paso para nosotros como pareja. Ella es una mujer increíble, es la mujer que amo. Pero a veces el amor no alcanza, por eso es que los dos nos estamos poniendo las pilas para poder estar toda la vida juntos y, sobre todo, disfrutar el uno del otro y pasarla bien".

Además, el actor admite que cree en el amor para toda la vida y aconsejó que "la euforia de los primeros seis meses pasa y hay que reinventar la pareja".

Jueves, 30 de abril de 2015