Fiscales franceses que investigan los ataques islamistas que este mes dejaron 20 muertos en París pidieron el procesamiento y la prisión preventiva de cuatro hombres, de 28 a 22 años, quienes serían los primeros sospechosos en ser acusados por los atentados.

Los cuatro hombres de entre 22 y 28 años, que según los fiscales ayudaron a uno de los islamistas muertos por la policía, comparecieron ante un magistrado y seguían en ese juzgado hoy en horas de la noche mientras esperaban un pronunciamiento sobre el pedido de la Fiscalía de París.

Los posibles cargos se esperan en las próximas horas, justo cuando el gobierno se prepara a anunciar nuevas medidas de seguridad para prevenir más ataques, dando mayor poder a la policía para pinchar teléfonos, vigilar sitios web y forzar a compañías de internet a bloquear mensajes online que inciten al odio.

Las medidas que detallará mañana el primer ministro Manuel Vallas incluirán esfuerzos para incrementar la recolección de información de inteligencia sobre los yihadistas, impedir sus actividades en Internet y que colaboren dentro de las prisiones o viajen al exterior a pelear, dijo hoy el presidente Francois Hollande.

Francia está en alerta máxima desde que tres franceses musulmanes y desocupados asesinaron a 17 personas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo y en un supermercado kosher de París hace dos semanas, reivindicando que actuaban en nombre de Al Qaeda y del grupo islamista Estado Islámico (EI).

En fuertes declaraciones a periodistas, Valls dijo hoy que los ataques en París deberían hacer reflexionar a los franceses sobre el "apartheid territorial, social y étnico" que existe en el país y que favorece la postergación de las minorías.

El jefe del gobierno socialista declaró que el combate al odio, el antisemitismo y el racismo serán su prioridad, especialmente en los deprimidos suburbios de París, invocando el recuerdo de las revueltas protagonizadas en 2005 en esas zonas por miles de jóvenes desempleados, en su mayoría de ascendencia árabe.

En un comunicado, la Fiscalía de París dijo que los cuatro hombres que comparecieron hoy ante el juez suministraron apoyo logístico a Coulibaly y pidieron que queden detenidos hasta ser juzgados bajo los cargos de tenencia ilegal de armas y asociación terrorista con fines criminales.

Coulibaly mató a una policía en las afueras de París el 8 de enero y luego, al día siguiente, a cuatro rehenes dentro de un supermercado kosher de la capital francesa antes de ser abatido por la policía.

Ninguno de los cuatro hombres cuyo procesamiento fue requerido está acusado de haber participado de forma directa en los atentados que sacudieron a Francia entre los días 7 y 9 de enero.

Otros cinco sospechosos fueron liberados hoy por falta de mérito, dijo la Fiscalía en su comunicado, citado por el diario Le Figaro.

Coulibaly se declaró leal al EI, mientras que los también abatido atacantes de Charlie Hebdo, los hermanos Said y Chérif Kouachi, dijeron que actuaban apoyados por Al Qaeda en Yemen.

En Bulgaria, un tribunal aprobó hoy la extradición de un francés que conocía a uno de los Kouachi, quienes mataron a 12 personas en su ataque a Charlie Hebdo, incluyendo a su director Stéphane Charbonnier, alias Charb.

El francés, Fritz-Joly Joachin, dijo a un juez de Bulgaria que era inocente y que quería volver a París para limpiar su nombre.

En Francia, el dibujante Laurent Sourisseau, conocido como Riss y herido de bala durante el ataque a Charlie Hebdo, dijo en una entrevista que sustituirá al asesinado Charb como director del semanario satírico francés.

"La noción de dirección en Charlie Hebdo es muy colectiva. Yo voy a dirigirlo, pero no lo haré solo. Estará conmigo Gérard Biard, el redactor jefe, y todo el mundo. Yo estaré para dar orientaciones, para intervenir cuando haya problemas, para motivar", comentó Riss desde el hospital en una entrevista que publicó hoy Le Monde.

En tanto, Francia honró hoy a un maliense dándole la ciudadanía por haber salvado vidas durante la toma de rehenes al supermercado kosher, donde trabaja.

Lassana Bathily, de 24 años, estaba en la bodega del subsuelo del almacén cuando Coulibaly ingresó al piso superior y mató a cuatro personas. El joven apagó una heladera y escondió adentro a un grupo de personas antes de escaparse del lugar para hablar con la policía y ayudar en la operación, que logró liberar a 15 rehenes.

Bathily vive en Francia desde 2006, y el año pasado había solicitado la ciudadanía francesa.

En sus declaraciones a periodistas, Valls pidió un examen de consciencia nacional.

"Estos últimos días subrayaron males que carcomen nuestro país o desafíos que debemos encarar. Hay que agregar todas las fracturas, las tensiones que cubren desde hace mucho tiempo y de las que solo hablamos de modo intermitente", expresó Valls.

El premier citó como ejemplo la revuelta en los suburbios ocurrida en 2005. "¿Quién se acuerda de las revueltas? Y sin embargo, la estigmatizaron sigue estando presente".

"Existe en Francia un apartheid territorial, social y étnico" que "potencia la relegación periurbana y los guetos" a la cual "se suma las discriminaciones cotidianas, porque alguien tiene un apellido raro o no tiene el buen color de piel".

El premier socialista consagró gran parte de sus dichos a las "respuestas de seguridad" frente al "terrorismo", pero subrayó también la importancia de la educación y los valores franceses.
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Miércoles, 21 de enero de 2015