Estudiantes ganó 1 a 0 y reafirmó su paternidad frente al Lobo
Los dirigidos por Pellegrino triunfaron gracias a un gol de Diego Vera. El partido fue chato y friccionado. Sobre el final, el árbitro expulsó a Lucas Litch, que se retiró con gestos provocativos hacia la hinchada local.
Hay una máxima del fútbol que dice que los clásicos no se juegan, se ganan. Estudiantes hace honor a ese mandamiento y volvió a imponerse ante Gimnasia y Esgrima. Con un gol del delantero Diego Vera, a los 4 minutos del segundo tiempo, el Pincha sacó la chapa que le da su paternidad y eliminó a su rival de la segunda ronda de la Copa Sudamericana. El partido se jugó con los nervios típicos de un clásico: mucha pierna fuerte, nervios, poca ductilidad en el manejo del balón. Estudiantes, en ese contexto, se las arregló para ser levemente superior y crear las chances más claras ante el arco de Monetti. El Pincha, como se dijo, tuvo las más claras y hasta logró marcar en el primer tiempo, pero el árbitro Néstor Pitana no vio como el guardameta tripero sacó una pelota de atrás de la línea del arco luego de un rebote en un corner para Estudiantes. Ante la mirada desde la platea de su emblema, Juan Sebastián Verón, Estudiantes siguio apretando sin arriesgar más de lo que debía. Así, tras un centro cruzado a los cuatro minutos del complemento, el uruguayo Vera, llegado esta temporada desde Atlético Rafaela, marcó con el hombro lo que sería finalmente el único tanto del partido y que haría valer como oro el 0-0 de la ida.
Los minutos pasaron sin que Gimnasia pudiera penetrar en la férrea defensa de Estudiantes, que por su parte se compactaba cerca del área sin dejar espacios. Ya en tiempo de descuento, Pitana expulsó a Lucas Litch quien, impotente por la tarjeta y la eliminación, se fue haciendo gestos provocativos a la hinchada local que copó el Único de La Plata.
Este fue el primer cruce entre ambos por torneos internacionales. Estudiantes, que ahora pasó a los octavos final para enfrentar a Peñarol o Deportivo Cali, mostró su mayor experiencia en dos tareas que conoce a la perfección: jugar un torneo internacional y vencer a sus vecinos de ciudad.
