Una mujer denunció ante el Municipio de Villa Carlos Paz que el animal escupe a los vecinos del barrio y que se mete en los jardines de las casas.
Un hecho insólito quitó la paz al barrio Independencia de Villa Carlos Paz (Córdoba). Según trascendió en el portal "Crónicas al Día", una vecina de barrio denunció e la presencia de una llama suelta en el jardín de su vivienda, que escupía a quienes quería acercarse a ella. La mujer difundió también una foto que da pruebas del hecho. En diálogo con La Mañana, Raquel, la denunciante, precisó que "ella había estado ausente en los últimos meses de la vivienda que posee en calle Clavel del Aire pero al volver hace algunos días junto a sus nietos, se sorprendió al ver en su jardín un animal que era una llama o un guanaco". "Al ver este animal exótico, los chicos salieron a sacarle fotos y la quisieron acariciar. Pero cuando se acercaron, la llama los escupió en la cara. Después pude verla siempre en la calle o en los patios de otros vecinos. Por eso llamé al Municipio el sábado pasado", relató. En tanto, el titular de la Dirección de Veterinaria y Zoonosis del Municipio de Villa Carlos Paz, Miguel Rivas, aseguró a este diario que "el lunes pasado a la mañana el personal municipal y un veterinario se acercaron a la calle Clavel del Aire al 300 y dialogaron con varios vecinos de la zona". "Ellos nos dijeron que la llama pertenece a un hombre que la tiene en su jardín porque se dedica a sacar fotos como actividad turística. Nos aseguraron que el animal vive en una vivienda y que aparentemente se habría escapado pero no reviste peligrosidad para los vecinos. Finalmente dejamos el acta pertinente en esa casa, donde no se encontraba el propietario", explicó el responsable del área de Zoonosis municipal. Consultada por este diario, Raquel comentó que "tras la denuncia realizada ante el Municipio pudo hablar con varios vecinos que le relataron que la llama está en el barrio hace escasos tres meses, y que permanentemente está fuera de su vivienda. "Esta tarde (por la tarde del lunes pasado) se acercó a mi casa una mujer y me pidió disculpas. Me dijo que la llama (o el guanaco, no sabe ella tampoco) se la habían regalado hace un par de meses y cuando se la quiso llevar de mi jardín no podía. Le dicen Luna, y ella se comprometió a llevarla a su hábitat natural, no tan sólo porque escupe a los vecinos que quieran acercarse sino por el bien del animalito", completó Raquel.