DOS FAMILIAS ENFRENTADAS EN EL BARRIO EX AERO CLUB
Denuncia que fue baleado por un sicario que mandó su vecino
El damnificado, Juan Carlos Ojeda, informó que un hombre en motocicleta se acercó a su domicilio y sin mediar palabras sacó un arma de fuego y disparó en tres oportunidades y no logró dar con su objetivo. Asegura que fue pagado por un vecino con quien tiene diferencias.
Juan Carlos Ojeda tiene 65 años y decidió dejar el barrio Cambá Cuá para mudarse al Ex Aero Club. El cambio no fue como esperaba, ya que al poco tiempo comenzó a tener problemas con un vecino. En una visita a época, informó que un sicario se acercó a su domicilio y lo disparó en tres oportunidades. “De milagro mi señora y yo estamos vivos”, dijo el hombre. Ojeda comentó con detalles el conflicto. “Todo comenzó ni bien llegamos a este barrio -el próximo martes 11 de febrero se cumplen tres años-. La persona que me vendió la propiedad decidió, como corresponde, retirar el medidor de la luz. Realizamos los trámites en la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC) y a los pocos días de la reconexión nos dimos cuenta de que mis vecinos estaban enganchados”, aseguró el denunciante que se dedica al arreglo de calzados. El punto geográfico de la mala convivencia es en el sector ‘A‘ de las 328 viviendas -en cercanías de calle Rafaela entre Bonastre y Profesor Crespo-. “Cuando la DPEC se acercó a mi domicilio para colocarme el medidor observa la irregularidad de la familia que vive en la casa lindera a la mía. Ellos creen que nosotros los denunciamos y simplemente cumplimos con nuestras obligaciones solicitando el alta del servicio. Esto fue lo que comenzó a generar la bronca del jefe de familia de nombre Gregorio”, comentó el zapatero. Ojeda dijo que trató de convencerlo, que no fue él quien verificó que estaba enganchado sino que los operarios de la DPEC. “Tras esa conversación, comenzaron los ataques a mi domicilio y agresiones a mis hijos”, dijo el hombre. El zapatero denunció además que “en uno de los ataques los hijos de Gregorio le rompieron los vidrios del garaje -fue en junio de 2013-. En esa oportunidad lesionaron a dos de sus hijas y procedió a realizar la denuncia en la comisaría Séptima”. En diciembre volvieron a tener un “encontronazo” y esta oportunidad Ojeda y algunos de sus hijos varones respondieron las agresiones. Esto motivó la denuncia de la otra familia. Desde allí firmaron un acta acuerdo de convivencia vecinal que se rompió la primera semana de enero, donde también hubo intercambios de piedras y otros elementos contundentes. Tras ese incidente llegó lo más grave. El miércoles 29 de enero, según denunció, “un joven en una motocicleta se acercó a su domicilio y sin mediar palabras disparó en tres oportunidades”. “Terminaba de trabajar -alrededor de las 22- y decidí salir con mi esposa a la vereda. En un momento dado, se acerca un joven, saca un arma de fuego y nos dispara. Por suerte las balas no nos alcanzaron, de milagro estamos vivos. No tengo dudas de que es un sicario mandado por mis vecinos”, aseguró Ojeda, quien manifestó que tras este episodio piensa vender su casa.
Jueves, 6 de febrero de 2014
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