Los servicios de luz, agua y transporte comenzaron a restablecerse en las ciudades de Santiago del Estero y La Banda, las más afectadas por la devastadora tormenta que se desató en la tarde del jueves y que provocó la muerte de una nena y la evacuación de 200 personas.

La población permanece aún con los sistemas de comunicación interrumpidos, ya que no funcionan las líneas telefónicas, ni celulares, ni la televisión por cable ni Internet.

El servicio eléctrico y de agua está restablecido en un 50 por ciento en la capital provincial y en La Banda, informaron este mediodía fuentes de las empresas de servicios locales, dos ciudades que anoche permanecieron prácticamente a oscuras, por lo que fueron patrulladas por la policía.

El servicio eléctrico quedó interrumpido principalmente por la caída de 9 columnas de alta tensión de Trasnoa, el servicio que conecta Santiago del Estero con Tucumán.

En tanto, en otras localidades como Fernández, Loreto y Frías se restableció sólo un 20 por ciento de la energía.

Asimismo, el transporte urbano de la capital santiagueña se fue normalizando a medida que las cuadrillas de operarios municipales, Defensa Civil, Edefe (empresa distribuidora de energía eléctrica) y Bomberos realizaban los trabajos de despeje de árboles, postes y cables caídos en la vía pública.

Además, hay 200 personas evacuadas en el liceo policial y en distintos centros vecinales de La Banda y la capital provincial.

Fuentes locales aseguraron que en estas dos ciudades cayeron 100 milímetros de agua en menos de una hora, y hubo ráfagas de viento de 120 kilómetros por hora.

Asimismo, numerosos clubes, establecimientos industriales y 12 escuelas de ambas ciudades sufrieron voladuras de techos y derrumbe de tapias perimetrales.

En este contexto, las autoridades suspendieron la apertura del Festival Nacional de la Chacarera, que iba a realizarse esta noche en la Plaza Añoranzas, donde los daños fueron cuantiosos, y se reprogramó para el 17 y 18 de enero próximo.

La tormenta dejó el saldo de más de un centenar de vehículos aplastados por la caída de arboles y de antenas de emisoras radiales, cientos de comercios dañados en la zona céntrica, roturas de carteles, vidrieras y cristales en edificios, como en las dos torres de 19 pisos que se están construyendo y donde funcionarán los ministerios de Economía y Educación provinciales.

En las zonas más humildes la destrucción y pérdida de viviendas adquirió mayores dimensiones y mayor dramatismo, especialmente por la muerte de una nena discapacitada de seis años, sobre la que cayó la pared de su casa en un barrio periférico de la capital santiagueña, lo que ocasionó además heridas de distinta gravedad en otras 20 personas.

Viernes, 3 de enero de 2014