RUSIA
Para las Pussy Riot, su liberación es "un acto de propaganda"
María Aliójina dijo al salir de la cárcel que si tuviera la posibilidad de negarse a la amnistía dispuesta por Vladimir Putin, lo haría, y calificó al Estado ruso de "totalitario".
Las integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, encarceladas desde hace casi dos años por vandalismo motivado por odio religioso, salieron este lunes libres en virtud de la amnistía general que entró en vigor en Rusia la semana pasada.
"Si tuviera la posibilidad de negarme a la amnistía lo habría hecho. No creo que esta amnistía sea un acto humanitario, creo que es una acción propagandística", dijo Aliójina, de 25 años, poco después de abandonar la prisión.
La joven, que habría cumplido al igual que Tolokónnikova la totalidad de la pena en poco más de dos meses, calificó de "profanación" la amnistía aprobada por el Parlamento ruso con motivo del 20 aniversario de la Constitución rusa.
"No lo considero una amnistía, sino una profanación. Estoy indignada porque no salgan en libertad todos los presos políticos condenados por el 'Caso Bolótnaya'", subrayó la integrante de Pussy Riot en alusión a los opositores encarcelados por participar en los disturbios del 6 de mayo de 2012, durante una manifestación contra el Kremlin en el centro de Moscú.
Al mismo tiempo, lamentó no haber podido despedirse de sus compañeras de celda, ya que los funcionarios de prisión no la avisaron de que iba a salir en libertad.
"Me sacaron secretamente en un 'Volga' (coche de fabricación rusa), por lo que lamentablemente no pude despedirme de otras internas", se quejó Aliójina en una entrevista a la emisora "Radio de Moscú".
A su vez, Tolokónnikova, que empezó a cumplir condena en la república de Mordóvia y salió este lunes de la prisión de la región siberiana de Krasnoyarsk, a miles de kilómetros de su primer penal, aseguró a los periodistas que su liberación es para ella "una carga de responsabilidad" ante la población prisionera de Rusia.
"Todo apenas empieza con mi puesta en libertad, ya que la línea entre la libertad y su falta es muy delgada en Rusia, un Estado autoritario. Pondré todo mi esfuerzo en ayudar a los presos. Ahora estoy unida al sistema penitenciario con lazos de sangre", recalcó Tolokónnikova, que cumplió 24 años hace poco más de un mes.
También Aliójina, madre de un niño de cinco años, adelantó a la prensa que tanto ella como Tolkónnikova se dedicarán de aquí en adelante a la defensa de los derechos humanos.
Lunes, 23 de diciembre de 2013
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