En la semana se definirá el acuerdo de precios y se reforzarán los controles
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que "esta semana" se definirán los mecanismos para implementar el acuerdo de precios de productos básicos de la canasta familiar, para lo cual ya "se han identificado 187" artículos.
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Asimismo, remarcó que en esta oportunidad habrá "mucha rigurosidad" en el control y la fiscalización del cumplimiento de los acuerdos, y precisó que desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se modernizaron los mecanismos para determinar "en tiempo real" si eso sucede.
En ese sentido, explicó que desde la AFIP se podrá controlar a través del código de barras de cada producto, la acción en tiempo real de la transacción y si se respeta el precio acordado.
Al hablar en conferencia de prensa en Casa de Gobierno, Capitanich señaló que la canasta navideña puesta en funcionamiento a partir del día de la fecha en virtud de un acuerdo establecido con cadenas de supermercados "no es comparable en términos de productos y calidad respecto de la del año pasado".
Puntualizó que "hay diferencias en la estructura de precios porque hay diferencias de calidad y de conformación de la misma".
"Ponemos al público la canasta navideña a 39 pesos porque es muy importante", subrayó el funcionario, quien anticipó: "Hemos pergeñado una estrategia que nos permitirá en el transcurso de esta semana trabajar con la canasta de productos que va a formar parte del acuerdo de precios".
Precisó que ya se identificaron "187 productos", y estimó que "esta semana se establecerán los mecanismos que aspiran a generar las condiciones de funcionamiento de este acuerdo de precios".
Explicó que "hay muchas diferencias cualitativas en cuanto a la organización del sistema de distribución de bienes en la Argentina".
Al respecto destacó que "por la información suministrada por la asociación que los nuclea, hay supermercados que tienen de 6.000 a 7.000 productos en 1.000 metros cuadrados, y otros con más de 60 mil", con lo cual indicó que "hay dispersión en cuanto a la superficie correspondiente y el número de productos que ofrece".
También subrayó que las principales cadenas de supermercados acaparan "40 por ciento del total de los bienes distribuidos, y el 60 restante se dispersa entre supermercados de origen chino, autoservicios, despensas o comercios de carácter local".
Por lo tanto, señaló que "hay una enorme dispersión de cómo se distribuyen los bienes en cada una de las áreas".
"Estamos bregando que exista un acuerdo que permita que los bienes de consumo masivo tengan precios acordados", sostuvo Capitanich, quien indicó que se trata de "fideos, arroz, carne, harina, yerba, azúcar, aceite y pan, entre otros".
Al respecto, destacó que la AFIP "estableció un mecanismo de modernización tecnológica respecto de los controles fiscales que databan de 1998, para establecer uno en tiempo real".
Al respecto explicó que "cada producto tiene un código de barras", y añadió que al AFIP posee "un sistema que permite tener la información en tiempo real de la transacción por caja a efectos de supervisar y fiscalizar que esto se cumpla para que no haya dispersión de precios".
"Queremos proteger el bolsillo de los consumidores y que el productor tenga un precio compensatorio", aseguró el jefe de Gabinete, quien señaló que el objetivo es alcanzar "acuerdos de carácter voluntario que incluya a la cadena: proveedores y supermercados".
Señaló que "muchas veces los supermercados se quejan porque los proveedores aumentan los precios, y a veces producen determinados tipos de bienes que no abastecen la demanda".
Por eso remarcó que el espíritu de la medida es "que el consumidor tenga bienes de buena calidad al precio acordado", para lo cual puntualizó que es preciso que "el proveedor pueda suministrar estos bienes de manera de lograr un nivel de satisfacción de la demanda".
"Vamos a ser muy rigurosos desde el punto de vista de la fiscalización y del control en el sistema de precios de bienes y servicios, porque finalmente pareciera que hay un efecto contagio, porque aumenta la leche y otros servicios pretenden aumentar, como el corte de cabello", subrayó Capitanich.
En consecuencia, consideró que "es imprescindible generar una reducción de las expectativas, a los efectos de establecer un proceso de alineamiento entre la producción y el precio final".