POLICIALES
Efectivos en la mira tras hallar a penitenciaria con droga
La guardia cárcel de 35 años quedó detenida al encontrarse en su cartera cientos de cigarrillos de marihuana y pastillas de Rivotril luego de sufrir un incidente vial. Sospechan que en complicidad de camaradas vendía las sustancias a presos de la Unidad Penal 1.
La integrante del Servicio Penitenciario de Corrientes que llevaba cientos de cigarrillos de marihuana, pastillas de Rivotril y “facas” en una cartera permanece detenida bajo sospechas de presunta comercialización de tales sustancias y armas a presos de la Unidad Penal 1 donde presta servicios. El caso, descubierto en la noche del viernes cuando la mujer sufrió un incidente vial con su motocicleta, disparó una investigación en la que ya existen otros efectivos de esa fuerza de seguridad en la mira, uno de los cuales resultó demorado el sábado. Al ser descubierta, la involucrada, de 35 años, con el rango de cabo primero, habría hecho intentos denodados para no “quedar pegada”. Así, dio versiones inverosímiles sobre la existencia de tamaña cantidad de estupefacientes a la vez que, presa del nerviosismo, habría mencionado la identidad de unos cuantos funcionarios supuestamente implicados, quienes ahora se encuentran bajo la lupa de la Justicia. Lorena, tal el nombre de esta suboficial que desempeña un cargo administrativo en la cárcel de avenida 3 de Abril al 57, se encuentra alojada en la comisaría de la Mujer, según informaron a época fuentes cercanas a la causa. Trascendió que Lorena desempeña funciones en el Área de Personal. Y que el siniestro vial que la puso en evidencia (“culpa” de un perro que se cruzó en su camino) ocurrió después de salir de la cárcel. “En esa oficina trabajan hasta las 21, pero lo raro es que ella se fue mucho más tarde”, confió una de las fuentes consultadas. Todas las presunciones apuntan a que tales estupefacientes como las “facas” iban a ser pasadas a manos de condenados, aunque por alguna razón la transacción no sucedió. La Policía supo del ilícito ante un imprevisto que la mujer padeció el viernes a la noche, cuando en una motocicleta cayó sobre avenida Pedro Ferré al 2.300. Como consecuencia del incidente vial, la mujer terminó bastante golpeada y necesitó asistencia médica, tanto en el lugar como posteriormente en el Hospital Escuela.En evidencia En todo momento, de acuerdo a información suministrada a época de fuentes extraoficiales, Lorena tuvo actitudes de rechazo hacia efectivos de la Policía, siempre preocupada de su bolso esperando que en su ayuda acudiera un conocido. Sin embargo, al momento del incidente y su caída a la cinta asfáltica tuvo la “mala fortuna” de que cierta evidencia de lo que contenía la cartera terminara arriba de la avenida, a la vista. Más tarde, con intervención de autoridades de mayor jerarquía, el bolso “sospechoso” fue abierto en el hospital para así quedar al descubierto el contenido: un total de 239 “porros” o cigarrillos de armado casero con picadura de marihuana; cuatro “bochitas” de la misma sustancia estupefaciente y algo más de 200 comprimidos de Rivotril, un medicamento usualmente empleado en el mundo “tumbero” para mezclar con alcohol y así obtener un resultado alucinógeno. Y para mayor sorpresa dieron con las “facas”.De todo Desde hace mucho tiempo es un secreto a voces que adentro de las distintas unidades penales los internos consumen drogas de toda clase que ingresan (al igual que teléfonos celulares, bebidas alcohólicas, etc) pese a los “filtros” existentes para impedirlo. ¿Puede todo esto ocurrir sin la anuencia o conocimiento de los responsables en la conducción de la Fuerza? “Los jefes van a negar todo, pero ahí adentro la droga corre a dos manos”, graficó a este matutino días atrás una fuente penitenciaria consultada acerca de episodios de sangre con presos apuñalados en el marco de disputas de liderazgo y peleas por el negocio de la venta de sustancias prohibidas.
Lunes, 16 de diciembre de 2013
|