Con la detención de un hombre la Justicia reactivó la investigación del asesinato de un productor ganadero de 80 años, atacado a palazos en agosto de 2011 en su estancia del departamento correntino de Curuzú Cuatiá a manos de delincuentes que también hirieron a su esposa y al parecer robaron 150 mil pesos.

El sospechoso es un ex empleado de la víctima que anteriormente ya estuvo involucrado en el caso, aunque ante falta de pruebas contundentes obtuvo la libertad. “Nuevamente está en el ojo de la Justicia al conocerse nuevas pistas que no trascendieron, pero que involucran de forma directa a esta persona a la que alojó en la alcaidía local”, publicó el Diario de Curuzú.

El crimen de Atilio Güenaga fue descubierto el miércoles 17 de agosto de 2011 alrededor de las 7 de la mañana cuando un familiar llegó al establecimiento “Flor de María” del la Cuarta Sección Paraje Avalos.

Según el testigo, al arribar notó que una de las ventanas de la vivienda estaba violentada, por lo que se dirigió hacia las habitaciones del lugar donde halló en el interior al anciano ya sin vida y a Isabel Farinón, de 77 años, malherida.

Cuando los policías llegaron, lo primero que hicieron fue constatar la muerte del anciano y ordenaron el traslado de la mujer hasta el hospital local, debido a las lesiones que presentaba.

Güenaga falleció luego de recibir golpes en la cabeza con un palo.

Los asaltantes sustrajeron un armario hallado horas más tarde en cercanías del arroyo Flores, más precisamente en un campo lindante ubicado a 3 kilómetros de la estancia.

“El ropero estaba abierto y en su interior había papeles y elementos de veterinaria”, indicaron aquel entonces los voceros. Sin embargo, no se halló el dinero que contenía.

Tras este descubrimiento, la pesquisa se orientó hacia la pista de un ex empleado del estanciero. Hubo allanamientos y tal persona, al igual que el capataz y hombre de confianza del matrimonio de ancianos, resultó detenida días después.

Muchas personas declararon en la causa y el caso pareció de a momentos quedar estancado. Los sospechosos detenidos entonces debieron quedar en libertad ante la falta de méritos.

Siempre se dijo que en la pesquisa resultaría vital el testimonio de Farinón, quien poco a poco fue recuperándose del violento ataque.

Vale destacar que la mujer había sufrido fracturas en el rostro y por ello permaneció largo tiempo internada en Terapia Intensiva.

La principal hipótesis, antes como ahora, apuntó en todo momento a que el asalto seguido de homicidio fue cometido por gente que conocía al ganadero.

Lunes, 16 de diciembre de 2013