ESCÁNDALO
Agente penitenciaria llevaba “porros” para ser vendidos en la cárcel
Es una suboficial con prestación de servicios en la Unidad 1. En moto sufrió un incidente vial y terminó herida. Aferrada a una cartera tuvo actitudes de rechazo a la Policía. Al final, adentro de ese bolso hallaron casi 250 cigarrillos de marihuana y pastillas de Rivotril.
Una mujer que trabaja como agente del Servicio Penitenciario de Corrientes fue descubierta por “accidente” cuando transportaba, en una cartera, cerca de 250 cigarrillos de marihuana y más de 200 pastillas de Rivotril e inclusive armas blancas de fabricación casera todo lo que, presuntamente, iba a ser comercializado entre presos de la Unidad Penal 1 donde ella presta servicios. La Policía supo del ilícito ante un imprevisto que la penitenciaria sufrió el viernes a la noche, cuando en una motocicleta cayó sobre avenida Pedro Ferré al 2300 después de que un perro se cruzara en el camino. Como consecuencia del incidente vial, la mujer terminó bastante golpeada y necesitó de asistencia médica, tanto en el lugar como posteriormente en el Hospital Escuela donde ayer permanecía internada con custodia. En todo momento, de acuerdo a información suministrada a época de fuentes extraoficiales, la agente de 35 años, llamada Lorena, tuvo actitudes de rechazo hacia efectivos de la Policía, siempre preocupada de su bolso esperando que en su ayuda acudiera un conocido. Sin embargo, al momento del incidente y su caída a la cinta asfáltica tuvo la “mala fortuna” de que cierta evidencia de lo que contenía la cartera terminara arriba de la avenida. Más tarde, con intervención de autoridades de mayor jerarquía, el bolso “sospechoso” fue abierto en el hospital para así quedar al descubierto el contenido: un total de 239 “porros” o cigarrillos de armado casero con picadura de marihuana; cuatro “bochitas” de la misma sustancia estupefaciente y 200 comprimidos de Rivotril, un medicamento usualmente empleado en el mundo “tumbero” para mezclar con alcohol y así obtener un resultado alucinógeno. Y para mayor sorpresa dieron con las “facas”. La Justicia está al tanto de este acontecimiento. Ahora se aguardan actuaciones y conocer mayores detalles de la presunta existencia de un número indeterminado de personas involucradas. El 5 y el 7 de diciembre en la Unidad Penal número 1 dos convictos resultaron apuñalados a raíz de viejas disputas de liderazgo. Pero además los internos pugnan por otros temas relacionados a irregularidades que suceden rejas adentro, como ser la comercialización de estupefacientes. ¿Puede todo esto ocurrir sin la anuencia o conocimiento de los responsables en la conducción de la Fuerza? “Los jefes van a negar todo, pero ahí adentro la droga corre a dos manos”, graficó a época días atrás una fuente penitenciaria consultada acerca de tales episodios de sangre. Otro disparador para la alteración de los detenidos radica en la cercanía de Navidad y Año Nuevo. Suelen ser fechas de cambios notorios en el comportamiento de los presos. Estos aumentan el consumo de drogas que consiguen obtener de muchas maneras, una de las cuales parece que ya está bien a la vista.
Domingo, 15 de diciembre de 2013
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