TENIS
Siganme los buenos
Del Potro le ganó por sétpima vez a un número 1. Del Potro sumó cuatro coronas en 2013. Le siguieron Zeballos y Berlocq con una conquista cada uno.
Del Potro fue el destacado pese a las intermitencias. Y se hizo un bache con el resto, que está fuera del top 40. JM va en 2014 por la pelea en el top 3 y los demás, por seguir trepando.
Fue un 2013 extraño el del tenis argentino en general, sobre todo para aquellos que se muestran semana a semana en los principales torneos del circuito mundial. Así como hubo picos de rendimiento, también se produjeron rachas negativas o derrotas inesperadas. Y esto le sucedió a casi todos. Sí, mismo a Juan Martín del Potro, el argento top que se ubica en un 5º puesto de privilegio en el ranking. Porque los problemas de salud, las molestias físicas y las irregularidades en torneos grandes (Australia y Estados Unidos, por caso, donde se fue en 3ª y 2ª ronda) no le permitieron redondear un año que lo podría haber visto tranquilamente en el 3º lugar, detrás de Rafael Nadal y Novak Djokovic. Igualmente, el tandilense es en la actualidad el argentino que sostiene las ilusiones de poder pelear por títulos grossos y capaz de superar a los tenistas top.
Desde Delpo hacia atrás viene el gran bache. Hacía varios años que entre la primera y segunda raqueta nacional no había tanta distancia. Carlos Berlocq, quizá el más parejo de la temporada por su continuidad, se ubica recién en el 41º. Esa amplitud, en menor medida, se vio en el 2009, con La Torre de Tandil (5º) y Mónaco (30º). Es cierto, además, que hubo años como el 2010, cuando los primeros lugares carecieron de argentinos (operación de Del Potro en su muñeca) y Pico (26º) y Nalbandian (27º) fueron lo más destacado.
Los éxitos en este 2013 se dieron de manera alternada, con el baldazo de agua helada que le dio Horacio Zeballos a Rafael Nadal en Viña del Mar, a principio de febrero. Lo siguió Delpo con sus buenos resultados en la gira europea indoor e Indian Wells (hizo final tras vencer a Murray y a Djokovic), aunque después se cayó a nivel salud. En su debacle de pasar del 10º al 42º puesto en un año, Juan Mónaco encontró un título (Düsseldorf), pero no rindió lo esperado. Berlocq demostró que la edad (30) y la experiencia pesan al cosechar -tarde pero bienvenido- su primera corona ATP, y Federico Delbonis se destapó en julio con su victoria frente a Roger Federer para arribar a la final en Hamburgo. De todos modos, ninguno aprovechó el trampolín; no tomaron las situaciones como envión y no lograron atravesar la barrera del top 40. Las intermitencias fueron el principal obstáculo.
De cara al 2014 nuestro tenis deberá seguir combatiendo con la realidad. Tras una década gloriosa, y con la costumbre de tener tantos nombres prendidos en el top 20, Argentina tiene la misión de pasar la etapa de transición. Por ahora, los más jóvenes no logran cruzar el top 100 y ese lote, a la vez, los ve mejor acomodados, en su mayoría, a aquellos de mayor trayectoria. Es cuestión de paciencia. La maduración, hoy, llega un poco más tarde y habrá que esperar el click o el boom de los pibes para nutrir la camada.
Jueves, 12 de diciembre de 2013
|