TORNEO APERTURA FECHA N°19
En un juego muy accidentado, River y Quilmes igualaron en el Sur
El "Cervecero" empató 1 a 1 con el "Millonario" por el tanto de Lucas Pérez Godoy, quien de cabeza abrió el encuentro, y el empate sobre la hora de Carlos Carbobero. El encuentro fue detenido en varias ocasiones, ya que el árbitro Germán Delfino fue agredido por la platea local, mientras que en el complemento, hubo incidentes con la policía y sobre el cierre, la gente invadió y los jugadores se fueron corriendo a los vestuarios.
En el Sur, River cerró el año con un empate 1 a 1 ante Quilmes, en un encuentro que tuvo los goles de Lucas Pérez Godoy y Carlos Carbonero, respectivamente. Los de Blas Giunta conseguían un triunfo clave para el promedio (ahora siguen cerca del descenso) ante los de Ramón Díaz, que a pesar del punto llegaron a los 12 goles en el campeonato y así se convirtieron en la peor efectividad de la historia del club. Esto se debe a que el conjunto que descendió en 2011, con Juan José López, logró convertir 15 tantos a lo largo del certamen. Así, el equipo de Núñez cerró un semestre para el olvido en todos los aspectos y el "Cervecero" se quedó con las ganas de finalizar el torneo con una victoria, en un encuentro lleno de incidentes.
La primera etapa fue bastante aburrida y lo más destacado fue la agresión al árbitro Germán Delfino, a quien le arrojaron una botella en el hombro que estuvo muy cerca de darle en la cara. A pesar de eso, el partido continuó en el "Centenario" y de esta manera se fue la etapa inicial, sin goles por parte de ambos conjuntos. No obstante, en el complemento se abrió el juego rápido, ya que Lucas pérez Godoy ganó en lo más alto un centro desde la derecha y la clavó al lado del palo de Marcelo Barovero, quien no pudo hacer nada para evitar el tanto del conjunto local.
A partir de ahí, River lo intentó y se perdió el empate de manera increíble con el juvenil Sebastián Driussi, quien lo erró abajo del arco. En el medio de todo, el juego se volvió a detener por incidentes de la policía con la platea de Quilmes y el disparo del gas lacrimógeno a los simpatizantes. Esto generó un cruce entre ambas partes, en un escenario que presentaba un clima cada vez más tenso por lo que pasaba afuera de la cancha. Sin embargo, el encuentro continuó como si nada.
Después, los hinchas de Quilmes se treparon en el alambrado y la policía garantizó la seguridad, pero con el detalle de que los últimos minutos fue con la hinchada a un paso del césped, ya que habían superado el alambrado y estaba ahí nomas de la cancha. Con este panorama, River empató el encuentro en el tiempo de descuento (se dieron 15), gracias a que Carlos Carbonero logró convertir una de las pocas claras que tuvo el conjunto de Ramón Díaz.
Si bien lo destacado era que River finalizaba el campeonato con 21 puntos y Quilmes con la misma cantidad, lo cierto es que la novedad pasó a ser la invasión de campo de los hinchas del local, quienes corrieron a los jugadores para robarles la indumentaria. Ante esto, ambos conjuntos salieron corriendo a los vestuarios y la policía, con lo justo, logró frenar a todos los que habían invadido. No obstante, el cierre en el Sur de la Provincia de Buenos Aires fue más que lamentable.
Lunes, 9 de diciembre de 2013
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