Federico Luppi habló largo y tendido con Fernanda Iglesias en La Nación, y se despachó contra Mirtha Legrand y Ricardo Darín. Además, admitió no estar pasando un buen momento, se definió como “un dinosaurio“, y habló de su hijo en Uruguay.

Desganado y con pocos recursos económicos, Luppi no tiene proyectos en televisión o en teatro, viaja en colectivo y dejó su departamento de Recoleta para mudarse a un PH en Villa Crespo porque no le alcanzaba para pagar las expensas.

“Este año no fue un año bueno para mí”, admite el actor. “Estuve en En Terapia el año pasado, hice una cosa muy linda, me llamó gente de Aptra para decirme: ‘Tenés asegurado este año…’ Y no me dieron ni bola. No quiero caer en el facilismo de culpabilizar a nadie, pero yo creo que está pasando algo que tiene que ver con el momento político. Están las cosas muy enfrentadas en términos ideológicos y hay un hecho que es real: el 90% de las buenas producciones de televisión están en manos de gente que está alineada con el Grupo Clarín. Entonces, es natural que trabajen con gente que no plantea conflictos de ningún tipo. Dicho esto, debo decir que el anteaño pasado trabajé en Pol-ka y me trataron muy, pero muy bien”, agregó.

Luppi cuenta que este año solamente grabó una miniserie con apoyo del INCAA junto a Miguel Angel Solá y Leonora Balcarce, y agrega que “he tenido un montón de proyectos en España y fueron pinchándose por la crisis de allá, que es horripilante. Y aquí, bueno, no fue un año para una gran sonrisa. Está muy caro Buenos Aires. Tomarse un taxi es una extracción a punta de pistola. Por eso yo viajo en colectivo”.

“Me gustaría retirarme, pero… ¿cómo hago? La única vez que pude hacer un paquete importante fue cuando trabajé en México, Perú y España. Y me reventó la vida Cavallo. Yo no lo cuento a menudo porque parece una especie de novela de joven pobre, pero fue un desfalco espantoso, de la mañana a la noche yo no tuve ni casa, ni auto, ni un mango. Tenía que levantarme todos los días a las seis de la mañana para ir a hacer cola frente al Banco Francés para que me dieran 100 dólares por semana de mi plata. Bueno, no sabés lo que he puteado, lo que me he enloquecido en los bancos, a riesgo de que me metieran en cana”, relató el actor.

“Del Banco Galicia me devolvieron 30 mil dólares, y del Boston me llamaron a los nueve años y me dieron 50 mil dólares. Yo tenía 200 mil. ‘¿Y el resto?’, pregunté. ‘Olvídelo’, me dijeron. Yo siempre digo que más allá de las dificultades reales, nosotros , yo personalmente, he contribuido a todo eso con mi profunda ingenuidad. He hecho cosas de boludo, como tanta gente: he votado a gente que no tendría que haber votado”, admitió.

Luppi, por otro lado, expresó que “no está demostrado” que los Kirchner “la juntaron con pala”, y se refirió a los dichos de Ricardo Darín, quien había pedido “explicaciones” sobre el patrimonio de la presidenta.

“Darín me sigue pareciendo un boludo. Hay honestidades que tienen que ver con lo viril: si yo voy a tu casa, como la Presidenta lo invita a él porque ganó el Oscar, lo invita a la Casa Rosada, está dos horas con ella, ¿por qué no le dice ahí ‘Cristina, dígame, no habría forma de comunicar mejor este tema de los patrimonios personales?, porque da mucho que hablar esto’. No, esperó dos meses para ir a hacer un reportaje a una revista del Grupo La Nación. Entonces, ¿qué sentido tiene, para qué lo hacés?”, señaló.

Luppi también se mostró molesto con Mirtha Legrand, y aunque no habló directamente sobre ella, mencionó que se comportó como “una yegua” cuando preguntó si Néstor Kirchner estaba en el cajón. “Ese tipo de ofensa gratuita a una mujer que acaba de perder a su marido… Es un nivel de egoísmo tan ramplón, tan facilista, tan torpe, tan mezquino“, definió.

Asimismo, el actor se explayó sobre su hijo en Uruguay, a quien dijo que “no quiero ver”, y que fue producto de “una estafa“.

“Nos encontramos con su madre un fin de semana para coger, ¿sí? Y ella me llama un mes más tarde y me dice: ‘mirá, estoy embarazada’. Ella llevaba al chiquitito a la televisión y decía porquerías de mí, delante suyo. Después quiere que yo haga de padre. Es una hija de puta“, disparó.

Por último, se definió como un “dinosaurio” y un “superviviente”, y observó que espera que el país ande bien.

“Obviamente no estoy en la cresta de la ola como hace 15 años, comienzo a ser lentamente un dinosaurio, un superviviente (…) Ya las metidas de pata las hice, los aciertos los hice, no tengo tampoco una exuberante expectativa del mundo que viene. Me gustaría que el país anduviera bien, de verdad, porque creo que lo merece. Pero bueno, no más que eso”, reflexionó.

Martes, 3 de diciembre de 2013