ATACADO EN EL CEMENTERIO
Fotógrafo de época fue atacado salvajemente dentro del Cementerio
Un reportero gráfico de diario época fue salvajemente atacado a palazos por tres cobardes sujetos quienes lo increparon cuando el trabajador de prensa se encontraba dentro del cementerio “San Juan Bautista” de la capital correntina. Luego de dejarlo casi inconsciente, los asaltantes le robaron un teléfono celular y para evitar un mal mayor les dio voluntariamente su billetera.
El atraco se registró cerca de las 18 del miércoles en el predio que la necrópolis posee en el barrio Virgen de los Dolores de Capital. Hasta allí fue el hombre de 67 años, cuya identidad se preserva, para visitar la tumba de su madre. “Como es difícil de encontrar siempre llevo un papel para guiarme. Mi mamá está sepultada en una zona al fondo y cuando fui había poca gente”, comenzó su relato el trabajador.
Alejado de otros visitantes del cementerio, la víctima se encontró en soledad y fue en ese momento en el cual tres jóvenes “uno más grande y los otros más chiquitos” lo increparon. Uno de ellos utilizó un palo, se cree que el tirante de un techo, y le pegó directamente en la zona de la cabeza.
“Ahí me caí y comencé a sangrar, tras lo cual estos jóvenes se me abalanzaron y comenzaron a revisarme los bolsillos del pantalón”. De su vestimenta lograron sacarle un teléfono celular Nokia de más de cinco años de uso y luego, al ver que la situación podía empeorar, el reportero gráfico les entregó su billetera en la cual tenía una escasa suma de dinero. “Lo que más lamento son mis documentos, el carné de conductor de la moto y mi carné de prensa”, se sinceró.
Luego del embate de los malvivientes, y pese a que pidió auxilio a viva voz, el hombre se levantó por sus propios medios y se dirigió hasta la administración de la necrópolis donde contó lo ocurrido. “Ahí la señora que atiende me realizó los primeros auxilios ya que sangró mucho mi cabeza y también mi nariz. Además también tengo un ojo hinchado”, contó ayer vía telefónica puesto que tiene reposo médico obligatorio en su domicilio.
Luego fue conducido hasta el Hospital Escuela donde le realizaron más curaciones y le recetaron algunos analgésicos. También le recomendaron que sea examinado por un neurólogo por posibles daños producto del golpe y otros antecedentes de problemas similares. Respecto de sus atacantes, el hombre describió al mayor como “un muchacho de ojos verdes que le decían “Francisquito”. Y a otro le decían “Miguel”.
Justamente al primero, por el color de sus ojos “ya lo registro de haberlo visto varias veces afuera del cementerio en otras oportunidades que fui. No me extrañaría que ahí hacen tarea de inteligencia y luego atacan a sus víctimas dentro del predio”, manifestó para finalizar.
Fuente: Diario época
Viernes, 1 de noviembre de 2013
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