El equipo “aurirrojo” cantó ayer su segundo triunfo en el torneo al superar al conjunto de Berisso por 3 a 0. El encuentro se definió en la primera mitad, con dos goles de Israilevich, la figura de la cancha, y el restante de Jonathan Benítez.

Cuando la necesidad de retornar a la senda del triunfo se hacía más que imperiosa, Boca Unidos pudo sacarse de encima la presión ganándole con amplitud a Villa San Carlos por 3 a 0, en un partido que se definió en la primera mitad, donde el equipo correntino convirtió los tres goles.
El encuentro, jugado en una cálida tarde ante escaso público, correspondió a la decimotercera fecha del torneo de fútbol de la Primera B Nacional y fue controlado por Héctor Paletta, quien expulsó por doble amonestación en la segunda mitad a Javier Menghini de la visita y a Jonathan Benítez del conjunto local.
Estrenando nueva disposición táctica, con tres jugadores en el fondo, cuatro volantes, un “enganche” y dos delanteros netos, Boca Unidos intentó tomar el protagonismo del juego, pero se encontró inicialmente con un rival que se abroqueló de mitad de cancha hacia atrás, metiendo cinco futbolistas cerca de su área.
No era bueno el partido, porque los dos se mostraban imprecisos con la pelota, hasta que en la tercera combinación por derecha entre Estévez y Danelón, nació la primera conquista del local. El “Pipa” asistió al “Pichi”, quien desbordó como un viejo wing, para meter un preciso centro que Israilevich, ingresando por el centro del área chica, remató al gol.
El tanto tranquilizó al “aurirrojo” y comenzó a desnudar las limitaciones de la visita, que se vio obligado a cambiar el chip, pero le costaba mucho llegar con peligro al área contraria, al tiempo que las dudas comenzaban a complicar en defensa.
En la única aproximación del “albiceleste”, Fernández Silva le ganó las espaldas a Manchot, y antes que Maldonado lo intercepte, sacó un violento zurdazo cruzado que se fue desviado sobre el parante izquierdo de Martínez Gullotta.
Boca Unidos buscaba llegar por los “extremos”, utilizando todo el ancho de la cancha. En la segunda llegada a fondo volvió a convertir. Otra vez la jugada inicial tuvo por protagonistas a Estévez y Danelón, cuyo centro pasado al segundo palo encontró a Eloy Rodríguez, quien cabeceó “a quemarropa”. Sessa la desvió y la pelota fue devuelta por el palo, e Israilevich se anticipó a Córdoba para cachetearla al gol.
Si con la ventaja mínima Villa San Carlos tenía problemas, con el 2-0 el partido se le hizo totalmente cuesta arriba, lo que fue aprovechado por el local para hacer correr la pelota y los minutos.
Cuando la etapa inicial se moría, llegó el tercero del local. Raymonda jugó corto para Israilevich en mitad de cancha, y “el corto” vio el claro y arrancó en velocidad de derecha a izquierda hasta ingresar al área, donde su remate fue trabado por Russo. Tras el rebote la pelota le quedó a Jonathan Benítez, que con Sessa fuera de acción, remató fuerte y de rastrón al arco, venciendo la resistencia de dos defensores que intentaron evitar la conquista en la línea de sentencia.
Con una gran contundencia y efectividad, de la que careció en casi todos los partidos anteriores, Boca Unidos se fue al descanso con un 3-0 lapidario para las aspiraciones del equipo de Berisso de buscar volverse con un punto a Buenos Aires.
En el complemento llegaron las expulsiones de Menghini, por una patada desde atrás a Rodríguez, y de Benítez, por simular, en una jugada que dejó dudas, ya que pareció infracción desde atrás al “zurdo”, abriéndose un poco más el partido.
El “aurirrojo” intentó hacer control de pelota y cuando tuvo la ocasión buscó lastimar.
En dos oportunidades la tuvo Eloy Rodríguez, pero el delantero de Independiente desvió en ambos casos su remate, mientras que en la restante, Sessa le tapó el gol al “Pipa” Estévez, al desviar al tiro de esquina un remate contra el palo derecho.
Claudio Ubeda buscó oxigenar la mitad de la cancha con los ingresos de Oscar Gómez primero, en lugar de Raymonda, y luego de Víctor Galarza por Israilevich. En tanto que más tarde, Lucas Oviedo sustituyó a Estévez.
Sin nada que perder, la visita estuvo cerca de descontar en un par de situaciones, pero Maldonado despejó sobre la línea un remate de Melillo, después del desborde de Sapetti y en la restante, otro rebote en un hombre de la defensa le impidió al equipo del “Coco” San Esteban alcanzar el gol del honor.
Había que ganar y se logró el objetivo. Cierto es que fue ante un equipo que cierra la tabla de posiciones y todavía no conoce de alegrías, aunque los tres puntos eran tan importantes como necesarios.
Es de esperar que el triunfo sirva de trampolín para que el equipo pueda retomar la confianza en sí mismo, para comenzar a levantar su rendimiento en el campeonato.

Lunes, 21 de octubre de 2013