Como ocurrió en 2009 tras la muerte de Eduardo Farizano, ahora, ocurrida la renuncia y jubilación de Carlos Rubín, el nombre que suena con mayor fuerza para ocupar el quinto lugar vacante en el Superior Tribunal de Justicia es el del doctor Eduardo Panseri, camarista, ex juez de instrucción, profesor universitario e integrante del Jury de Enjuiciamiento.

Según se supo, sería el hombre elegido por Ricardo Colombi para completar el alto tribunal inmediatamente después de que la Legislatura esté en condiciones de volver a sesionar, una vez finalizado el escrutinio definitivo que está en curso.
La idea es que el pliego de Panseri pueda ser analizado cuanto antes. Surgió como rumor y fue cobrando fuerza, sobre todo porque ya estuvo en la consideración del Gobernador hasta que por razones de oportunidad política, éste se decidió por Alejandro Chaín en 2011.
En aquella oportunidad el tribunal estuvo vacante por dos años, desde 2009, pero ahora todo trámite pertinente estaría en condiciones de avanzar en virtud de que Colombi expresa, de algún modo, una continuidad institucional. No se trata del apuro de un mandatario que está a meses de irse.
Eduardo Panseri, con pergaminos suficientes para aspirar al cargo, tiene también cuestiones que podrían atacarse en términos políticos, pero de igual modo, al día de hoy saca varios cuerpos de ventaja, según dicen, en la consideración del Gobernador, sobre otros candidatos o candidatas.
Se habló en su momento de la doctora Verónica Torres de Breard, decana de la Facultad de Derecho; de la doctora María Eugenia Sierra, camarista e integrante del Consejo de la Magistratura, e incluso de la doctora Gladis Estigarribia, con méritos siempre ponderados por los servicios brindados en el Superior Tribunal.
Hay, dicen algunos operadores, otros nombres, pero ninguno con el peso de estos y mucho menos con posibilidades de correr la fija de estos días que parece ser nomás Panseri, miembro actual del Tribunal Oral N° 2.

Jueves, 19 de septiembre de 2013