UNA DEVOCION QUE NO MERMA
A San Cayetano, el trabajo y el pan se le pide, pero también se le agradece con fe
A pesar de ser un día laborable, miles de personas se acercaron ayer hasta el santuario para llevar sus plegarias y agradecimientos al santo. Las misas celebradas, incluso la de la medianoche, estuvieron colmadas de fieles. Largas filas para tocar la imagen y decenas de objetos para bendecir.
Miles de fieles llegaron ayer, a pesar de ser un día laborable, hasta el santuario de San Cayetano. Tanto la misa celebrada a la medianoche, como las oficiadas durante la mañana y la tarde, estuvieron colmadas de peregrinos. La gente asegura no sólo ir a pedir trabajo, sino también a agradecer el haberlo conseguido y el poder conservarlo. Intenciones propias y ajenas se acercaron hasta el templo. Largas filas para tocar la imagen y decenas de objetos para bendecir fueron una postal constante en torno a la parroquia.
La gente del santuario comentó que en la primera misa de la jornada patronal celebrada -como es ya tradicional- a la medianoche, cientos de fieles colmaron las sillas ubicadas en el predio lindero al templo. Durante toda la madrugada, los peregrinos se acercaron hasta el santuario, a sabiendas de que por cuestiones laborales no podrían hacerlo en otro momento del día.
Es una postal que se repite cada 7 de agosto, ver largas filas de gente esperando su turno para ingresar al templo y poder tener unos minutos de oración ante la imagen.
“Sé que no es mágico, pero como una forma de hacer un pequeño sacrificio y decirle a San Cayetano ‘acá estoy’, y entregarle mi pedido. Uno se siente más cerca de Dios con estos gestos, como cuando tocamos la imagen”, dijo uno de los peregrinos.
En tanto, otro aseguró que “hace 15 años que vengo todos los días 7 de agosto. Vine a pedir trabajo para mi hijo, y desde entonces vengo a agradecer y a pedir por todos los que necesitan”. Porque afirman que “no sólo se viene a pedirle trabajo, también a agradecerle por el que tenemos y porque podamos conservarlo”.
Las estampitas, espigas, velas e imágenes, fueron de los objetos más adquiridos y bendecidos en el lugar especial armado para tal efecto frente a la nueva santería.
“Llevamos unas velas y unas estampitas, pero también hemos traído para bendecir pan, para que compartirlo con la familia, pidiendo que nunca nos falte”, dijeron tres mujeres tras recibir la bendición del diácono.
“Venimos hace algunos años, a la siesta, con los compañeros de trabajo. Sabemos que muchos grupos como el nuestro vienen, de empleados de comercios, sobre todo. Venimos para agradecer y también a pedir que no nos falte nunca el trabajo”, comentó una mujer, acompañada de otras seis personas, que ya regresaban a Corrientes a trabajar.
No sólo para los peregrinos o devotos que llegan desde distintos lugares, incluso de provincias vecinas, el santuario es un lugar especial. Lo es mucho más para la gente del pueblo. Los pobladores de San Cayetano viven la novena y la jornada patronal como una verdadera fiesta.
“Para nosotros la fiesta es muy importante. Hay para quienes es una oportunidad de hacer unos pesos con algún quiosco, que eso está bien, por algo es el patrono del trabajo. Pero también es nuestra fiesta, es nuestro santo.
Es una fiesta esperada y vivida en familia”, afirmó una vecina que contó que siempre reserva días de licencia en su trabajo para poder disfrutar de las celebraciones patronales.
A pesar del bullicio del entorno, de la música a todo volumen, de las decenas de puestos de ventas que ofrecen de todo, los fieles hallaron el silencio necesario para la oración.
Jueves, 8 de agosto de 2013
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