ESTA MAÑANA
Realizan éste lunes el octavo implante coclear en el Pediátrico de Corrientes
María Paz Almirón de tres años de edad, será intervenida quirúrgicamente para la colocación de un implante coclear que le permitirá tener audición. Se trata de la octava intervención que se realiza en la provincia desde el Programa Provincial de Detección Precoz de la Hipoacusia. Los padres de niños ya implantados comentan cómo fueron evolucionando.
El jefe del Programa Provincial de Detección Precoz de la Hipoacusia, Jorge Iglesias, indicó que luego de una evaluación de estimulación auditiva y de estudios previos, se autorizó que la niña pueda realizar la operación.
En esta primera etapa del implante, se le colocarán unos 24 electrodos en el área de la cóclea, mientras que, dentro de un mes, continuarán con la parte externa de la intervención que consiste en la puesta de un procesador que se encargará de encender los electrodos, que posteriormente permitirán a la nena escuchar.
"Esperamos que ella evolucione de la misma manera que está sucediendo con los otros chicos. Por ejemplo Tobías Romero, que fue el primero en recibir el implante coclear en el 2011, está evolucionando perfectamente y, Dios mediante, el año que viene ya estaría empezando su primer año de escolaridad", comentó Iglesias. Y agregó, también, que Franco Gómez, quien se operó antes de los tres años y fue el segundo implantado está evolucionando más rápidamente que lo esperado, "pero tiene que ver con la plasticidad cerebral que tienen los niños menores de tres años, ya que su sistema auditivo tiene una mejor adaptación cuando son más chicos", sostuvo el especialista.
Los padres de Franco Arrieta y Julián Rinesi, explicaron cómo es la vida en familia ahora que sus chicos pueden escuchar, y cómo es su evolución.
Julián Rinesi es de Bella Vista y tiene dos años, recibió el implante el 20 de marzo, y según lo que comentaron sus padres, desde que empezó su proceso auditivo -paulatinamente, tal como lo recomienda el protocolo de implante- la vida de la familia cambió. "Hay comunicación, hay más cariño y podemos jugar más con él. Si bien todavía sólo balbucea, para nosotros que responda a su nombre es un gran avance", explica Jésica, su mamá, quien además contó que sigue siendo fundamental la visita a la fonoaudióloga.
Al igual que ocurrió con Julián, los padres de Thiago Arrieta, el nene de cuatro años que recibió el implante en agosto del año pasado, confirman que uno de los principales cambios que notan es el del carácter. "Cuando no escuchaba estaba todo el tiempo enojado, chinchudo, porque parece que pedía algo y no nos entendía. Ahora es todo diferente, juega todo el tiempo con sus hermanos, sus primos, y hasta con su sobrinito", cuenta Julio Arrieta, el padre del niño.
Lunes, 29 de julio de 2013
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