IDOLOS SIN TIEMPO
El secreto de los abuelos del rock para resistir sobre los escenarios
El temor de las discográficas y el rédito económico explicarían, en parte, la permanencia, según la crítica inglesa. Muchosa veteranos del rock resisten y a veces resucitan.
Al igual que Mick Jagger, estrella de los Rolling Stones que el viernes cumple 70 años, los veteranos del rock resisten y a veces resucitan, medio siglo después de haber soplado aires de juventud sobre la música.
El cantante de los Stones, siempre ágil y con la voz intacta, acaba de presentarse en el Hyde Park de Londres ante decenas de miles de espectadores para celebrar los 50 años de su mítica banda.
Los conciertos del grupo provocaron unánimes aplausos del público y la crítica. Aunque los Stones no tienen prisa para publicar un nuevo álbum -sólo dos títulos inéditos salieron a principios del año- los músicos parecen ávidos de volver a los escenarios.
"No veo por qué no habría un sesenta aniversario" del grupo, declaró con optimismo el guitarrista de la banda, Keith Richards, que pronto se convertirá también en septuagenario.
Los Stones no son los únicos. Varios de los que debutaron con ellos siguen presentes en el paisaje musical, mezclándose con músicos que crecieron escuchando su música y que podrían ser sus nietos.
A principios de este año, David Bowie, el "padre" de Ziggy Stardust, de 66 años, salió de diez años de silencio y sorprendió al mundo lanzando un nuevo álbum, "The Next Day".
El cantante e ícono pop, que según rumores estaba enfermo, alimenta las expectativas sobre un posible regreso a los escenarios haciendo confidencias contradictorias a sus allegados.
Y el año pasado, Bob Dylan (72 años), Leonard Cohen (78) y Patti Smith (66) publicaron nuevos álbumes, demostrando que no han perdido nada de su talento e inspiración.
Por necesidades financieras, como en el caso de Cohen, o por puro placer, como Dylan y su "Never Ending Tour", esa gira ininterrumpida que lo lleva por casi todo el mundo, estas estrellas de la música siguen tocando en los escenarios del planeta.
Los críticos y fans del rock se apasionaron últimamente por Sixto Rodríguez, de 71 años, un músico de Detroit de origen mexicano, que publicó dos álbumes que no tuvieron ninguna repercusión, salvo en Sudáfrica, hasta que un estupendo documental, "Searching for Sugarman" (2012) contó su increíble historia.
Tras décadas de olvido, Rodríguez, que ni siquiera sabía que sus canciones habían conquistado Sudáfrica, convirtiéndolo en la voz del movimiento apartheid, ha estado este año de gira por varios continentes, ganando los aplausos del público.
También Brian Wilson, de 71 años, miembro fundador de los Beach Boys, está viviendo un nuevo apogeo. El compositor y arreglista volvió a reunir a los Beach Boys para los 50 años del grupo y publicó un nuevo álbum deliciosamente nostálgico.
Y el ex miembro de los Beatles Paul MacCartney, que nació en 1942, también tiene muchos proyectos. Su último show fue en Seattle donde tocó junto a antiguos miembros de Nirvana que se reunieron para acompañar a McCartney en el escenario.
El grupo tocó melodías de los Beatles y "Cut Me Some Slack", que McCartney y Nirvana lanzaron durante un concierto el año pasado en beneficio de los damnificados por el huracán Sandy.
Otros pioneros del rock, Little Richard (80 años) y Chuck Berry (86), no se quedan atrás, y hacen de vez en cuando algunas apariciones en los escenarios.
"Vivimos en una época en la que la cultura popular está obsesionada por su propio pasado, y ávida de conmemoraciones", señala el crítico británico Simon Reynolds en su obra "Retromanía", un ensayo definitivo sobre la cultura pop en el siglo XX.
Por eso, vemos "bandas que se vuelven a juntar, giras de reunión, álbumes tributo y discos recopilatorios, festivales de aniversario, conciertos en vivo de álbumes clásicos: cada año es mejor que el anterior para consumir música de ayer", notó Reynolds.
Este experto sobre la cultura de la nostalgia explica el fenómeno de la "moda retro" por varios factores, como el temor de la industria discográfica a explorar nuevos terrenos y las ganas de los viejos artistas de abultar sus cuentas bancarias.
"¿Podría ser que el mayor peligro que amenaza el futuro de nuestra cultura musical sea... su pasado?", se pregunta el crítico británico.
Miércoles, 24 de julio de 2013
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