LA POBREZA AL EXTREMO
Una persona en condición de calle muere cada 64 horas en la Argentina
En su mayoría se trata de hombres y mujeres que no tienen dónde guarecerse de las bajas temperaturas. También ocurre en Corrientes.
Según el Registro Unificado de Violencias hacia personas en situación de calle (RUV), entre agosto de 2023 y agosto de 2024 fallecieron 135 personas sin
La postal se repite en las principales ciudades del país, incluida Corrientes. techo en todo el país, la mayoría en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires. Además, los casos de violencia institucional aumentaron en un 500%. Pero esto también se refleja en las calles correntinas. Hay un solo refugio que alberga a hombres mayores en situación de calle, cada vez que hace frío, y se trata de Mi Cristo Roto, pero que sólo tienen ocho camas disponibles. Sin embargo, es mucha más la gente -sobre todo adolescentes y jóvenes que abandonaron sus casas por distintos motivos, que piden en la calles y no tienen dinero para regresar a sus casas en los barrios periféricos, y deciden permanecer y dormitar en las plazas o en algún alféizar de donde no los saquen. No es casualidad que los grupos de iglesia El buen samaritano repartan comida caliente cada noche en esta capital, y admitan que la necesidad es cada vez mayor.
Por ello no resultan extraños -o no deberían resultar llamativos- los datos que se conocieron esta semana y que indican que en la Argentina muere una persona en situación de calle cada dos días y medio, la mayoría en grandes centros urbanos, aunque es una situación que también ocurre en ciudades más pequeñas. Las causas tienen que ver con las condiciones climáticas, pero también con problemas estructurales, como falta de atención médica, y con hechos de violencia social. Además, los casos de violencia institucional aumentaron un 500% en el último año. Según el Registro Unificado de Violencias hacia personas en situación de calle (RUV), entre agosto de 2023 y agosto de 2024 fallecieron 135 personas sin techo en todo el país: 33 en la Ciudad de Buenos Aires, 19 en la provincia de Buenos Aires, 19 en Salta y 11 en Santa Fe. El RUV es un indicador anual realizado por el equipo de investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y la Asamblea Popular por los Derechos de las PSC, en base a publicaciones en los medios de comunicación de todo el país y a reportes de organizaciones sociales que trabajan en la calle. La mayoría de las muertes tiene que ver con causas estructurales propias de vivir a la intemperie, como la mala alimentación, y también hay casos de personas que murieron de frío o de calor durante los picos de temperatura extrema. Pero hay situaciones más crueles, en donde fueron asesinadas con disparos o que fallecieron después de quedar heridas tras el incendio intencional de sus pertenencias. De las 135 muertes solo se pudieron identificar a 82 personas con sus nombres. Si se compara con los registros anteriores, la cantidad de fallecidos se mantiene similar a la de 2023, cuando se registraron 146, pero es casi el doble de las 70 que murieron en 2022. "Es consecuencia de las violencias estructurales y de la falta de acceso a sus derechos: a la salud, a la alimentación, a un espacio para higienizarse, al alojamiento. Las personas que se acercan a nuestras organizaciones nos manifiestan que quieren ingresar a un dispositivo de alojamiento, y cuando llamamos al móvil nos dicen que no hay vacantes. Hoy, en la Ciudad de Buenos Aires, no hay plazas disponibles para las personas en situación de calle", explica Paola Vázquez, referente de Abrigar Derechos y miembro de la Asamblea Popular.
Otro dato preocupante del informe tiene que ver con el aumento de la violencia institucional: se pasó de 17 casos en 2023 a 104 en 2024, un aumento del 500%. "En muchos casos tiene que ver con desplazamientos forzados de los que participan funcionarios gubernamentales, a veces con fuerzas de seguridad, otras con personal de limpieza o la misma red de atención en la calle. Vemos situaciones sumamente crudas, donde no solo mueven a la persona sino que les sacan sus pertenencias, también los DNI y, muchas veces, lo poco que tienen lo pasan por la trituradora del basurero", describe Milena Sapey, psicóloga e investigadora de la UBA. La mayoría de los casos de violencia institucional registrados ocurren en la Ciudad de Buenos Aires, y las investigadoras los vinculan con la existencia de una unidad gubernamental dedicada específicamente a "limpiar" la calle dentro del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana. "No es que solo ocurre en la Ciudad, pero vemos que se está sistematizado", agregó.
Lunes, 26 de agosto de 2024
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