Dardo Carlino y su familia se dedican hace años a la producción agrícola ganadera en la zona de Monte Caseros. Sin embargo, el esfuerzo de su trabajo se ve fuertemente amenazado debido a lo que es, según denuncia, una creciente ola de robos

Dardo Carlino, un productor agrícola ganadero de la zona rural de Monte Casero expresó a este medio su profunda preocupación por la ola de robos de ganado y abigeato que vienen afectado a su familia y a otros residentes durante los últimos meses. La familia, conocida por sus raíces centenarias en la comunidad, ya perdió más de 20 cabezas producto de los hechos de inseguridad rural desde septiembre del año pasado hasta la fecha.

"Nuestra familia reside en la zona desde hace cien y pico años, somos gente de trabajo, de mucha conducta, de dar empleo. Y bueno, la verdad que hemos diversificado, como se dice, y hemos hecho un engorde a corral, un feedlot con todas las habilitaciones correspondientes, con todo, pero hoy en día nos encontramos totalmente desprotegidos, totalmente vulnerados", aseveró el hombre.

Carlino describió el impacto que esta situación les causa, destacando que las denuncias realizadas no tuvieron hasta el momento respuesta ni solución ya que a pesar del esfuerzo comunitario y movilizaciones para frenar estos delitos, los robos se volvieron a intensificar recientemente. "Las comunidades de Mocoretá y Monte Caseros se juntaron, han hecho movilizaciones, todo y como que se paró un poco el tema y ahora los delincuentes arrancaron de vuelta. Yo anoche fui víctima del abigeato de 3 animales de vuelta", afirmó el trabajador quien tuvo que encontrarse con los restos mutilados de las vacas, evidencia clara del delito.

El productor también señaló que se vieron obligados a abandonar su hogar en el campo debido a problemas de inseguridad en la zona, convirtiéndose en residentes temporales en la ciudad para protegerse. Asimismo, subrayó que estos actos delictivos van más allá del simple robo para consumo personal, sospechando una red organizada detrás de los mismos.

"No se encuentra nunca nadie y las faenas generalmente son de 3, 4, 5 animales y eso no se transporta en una bicicleta, en una motito, no se guarda en un freezer de una casa. Son cantidades de carnes importantes, entonces eso tiene un circuito de comercialización que ya va más allá de una faena para comer, como se puede decir o por hambre. Esto es un negocio que supongo debe involucrar a muchas personas", detalló. En este sentido, advirtió que sospecha que la escena vovlerá a repetirse: "A corto plazo, semana que viene, o si no es el fin de semana, andan de vuelta. Había semanas que entraban dos veces", agregó.

"Nosotros somos una familia tradicional de vivir en el campo y hace 5 o 6 años tuvimos que mudarnos por cuestiones de seguridad porque la zona nuestra, Monte Caseros y todo lo que respecta al Sur de la provincia es una zona roja, está muy complicada con los asaltos nocturnos a mano armada. Hemos optado por irnos a vivir a la ciudad, dejar nuestro lugar y nuestras raíces, o sea que estamos durante el día en la jornada laboral en el campo y después tenemos que a la noche irnos a vivir al pueblo", lamentó.

Viernes, 16 de agosto de 2024