SALUD
Qué cosas hay que evitar hacer antes de acostarse para mejorar el sueño
Modificar pequeñas rutinas antes de acostarse puede marcar una gran diferencia en la calidad del descanso y en las decisiones alimenticias posteriores
Conciliar el sueño puede ser un desafío para muchas personas, especialmente en una era donde el estrés y la tecnología dominan gran parte de nuestras vidas. Observar ciertos hábitos antes de acostarse puede impactar significativamente en la calidad del sueño y, por ende, en la salud general. La higiene del sueño se ha convertido en un tema de creciente preocupación, ya que cada vez más personas enfrentan dificultades para dormir bien y recuperarse adecuadamente.
Varios estudios han demostrado que algunos comportamientos realizados antes de dormir pueden ser altamente perjudiciales para la salud. Estos hábitos pueden interferir con la capacidad del cuerpo para relajarse y prepararse para un descanso profundo y reparador. Problemas como el insomnio, el cansancio crónico y la falta de concentración son consecuencias directas de un sueño inadecuado, y muchas veces tienen su origen en actividades que consideramos inofensivas.
Es crucial adoptar una rutina nocturna saludable para asegurar que el cuerpo y la mente estén listos para el descanso. Entender qué cosas debemos evitar antes de acostarnos puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida y bienestar general. Al tomar conciencia de estos factores y hacer ajustes necesarios, podemos mejorar significativamente nuestra salud y elevar nuestro rendimiento diario.
Qué cosas se deben evitar antes de irse a dormir Un tópico recurrente es trasnochar. No dormir lo suficiente impacta las hormonas que regulan el hambre, lo que puede dificultar la capacidad del cuerpo para reconocer cuándo tiene hambre realmente y cuándo debe quemar calorías o almacenar energía en forma de grasa.
También se ha demostrado que hacer de la cena la comida principal del día es perjudicial. Comer en exceso antes de acostarse puede ralentizar el metabolismo y causar problemas de digestión que llevan, a largo plazo, al aumento de peso. Cenar apresuradamente al estar hambriento puede llevar a consumir más calorías de las necesarias, que el cuerpo almacena en forma de grasa, ya que el estómago tarda 20 minutos en enviar señales de saciedad al cerebro.
El ejercicio nocturno es otro hábito que podría parecer beneficioso pero en realidad no lo es. Ejercitarse dentro de las dos horas antes de dormir eleva los niveles de adrenalina y la temperatura corporal, factores que interfieren con la habilidad de conciliar un sueño reparador, lo que, en consecuencia, puede llevar a malas decisiones alimenticias al día siguiente por falta de descanso.
Algunos bebidas y alimentos también están en la lista negra. El té y el chocolate negro contienen cafeína, un estimulante que puede dificultar conciliar el sueño si se consumen cerca de la hora de dormir. Además, consumir chocolate, a pesar de sus propiedades saludables, debe limitarse a otras horas del día.
Revisar correos electrónicos antes de dormir puede causar estrés. Pensar en el trabajo eleva los niveles de cortisol, una hormona que almacena grasa y puede aumentar la circunferencia abdominal.
Otro aspecto relevante es mantener una adecuada temperatura y comodidad en el entorno de descanso. Taparse con demasiadas mantas o dormirse en el sofá no es recomendable. Un ambiente fresco ayuda a dormir mejor, mientras que cambiar constantemente de lugar de descanso interrumpe el ciclo del sueño.
Finalmente, tener agua en la mesa de noche puede parecer útil, pero beber demasiado antes de dormir puede hacer que te despiertes varias veces para ir al baño, lo que impide un descanso continuo. Asimismo, beber alcohol en exceso tiene un efecto depresor que perturba la calidad del sueño y lleva a decisiones alimenticias poco saludables al siguiente día.
Consejos para dormir mejor Dormir mejor es esencial para mantener una buena calidad de vida y salud. Aquí te ofrecemos algunos consejos para dormir mejor que pueden ayudarte a lograr un sueño reparador.
Establece una rutina: Ir a la cama y despertarte a la misma hora todos los días ayuda a regular tu reloj biológico. Crea un ambiente propicio para el sueño: Asegúrate de que tu habitación sea un lugar tranquilo, oscuro y fresco. Utiliza cortinas opacas y mantén la temperatura adecuada. Practica técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda o leer un libro pueden ayudarte a relajarte y preparar tu cuerpo para el descanso. Implementar estos consejos para dormir mejor puede mejorar significativamente la calidad de tu sueño y, en consecuencia, tu bienestar general.
Viernes, 26 de julio de 2024
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