FE Y AMOR
El peregrino de Renzo llegó a San Pablo para ver al Papa
El chaqueño Alberto Pérez camina desde hace un mes rumbo a Río de Janeiro para presentarle al Papa Francisco la historia de Renzo, el chico de 2 años trasplantado del corazón.
Alberto Pérez, el joven chaqueño que el 31 de mayo salió de Resistencia rumbo a Río de Janeiro para pedir por el corazón trasplantado de Renzo Antonelli, llegó el jueves pasado a San Pablo por lo que está más cerca Jornada Mundial de la Juventud donde busca encontrarse con el Papa.
"Llegué, conseguí lugar y comida! Justo, ahora llueve fuerte, pero estoy bajo techo, en una estación de servicio llamada Retiro Das Serras. Re contentos están acá! Me compraron comida! Más tarde me puedo dar un baño y me quedo acá. Costó llegar. Muy duro el camino! Ahora llueve, pero estoy bien", publicó el jueves Pérez en su cuenta de Facebook.
Ese día, Alberto, 27 años, estaba muy cerca de la localidad de Queluz, en el Estado de San Pablo, a 170 kilómetros de Río de Janeiro, donde el 23 de julio llegará el Papa Francisco para dar comienzo a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Confiesa que no conocía Brasil, ni siquiera Misiones. Y según calcula, entre el 15 y el 18 de julio arribará a la ciudad carioca.
Antes de encontrar refugio en la estación de servicio, el miércoles habló con el diario Clarín, desde la ruta BR 116.
"Llevaba dos días caminando y me enteré, por los mensajes que me manda la familia de Renzo, que había llegado el corazón. Ese día, el 2 de junio, el cielo estaba negro, se largó una tormenta tremenda y esperé que pase para seguir caminando. Y después de semejante noticia, el día se puso precioso", contó.
La travesía de Alberto, de 1.700 km, intenta convertirse en un mensaje esperanzador para quienes necesitan un órgano, como es el caso de Renzo. Después de recibir el trasplante, el nene de 2 años sufrió un paro cardiorrespiratorio, pero por suerte en los últimos días está mejorando "de a poco", contó su mamá Belén. Hace unos días, le sacaron el respirador artificial. Renzo nació con una miocardiopatía y desde octubre estuvo lista de espera del Incucai.
Alberto salió de Resistencia –donde nació y vive con su mamá, su única hermana y un ahijado–, acompañado por amigos y personas que se sumaron a su iniciativa solidaria. En plena ruta, siguió solo con su mochila y su aislante en la espalda.
"La gente me ayuda muchísimo. Tengo un cuaderno de ruta donde anoto cada lugar y el nombre de quienes me dan comida, la posibilidad de dormir y de bañarme", detalló agradecido.
"Por suerte hasta ahora no tuve ningún problema; me habían advertido que el tránsito de las rutas brasileras puede resultar peligroso para mi travesía, pero gracias a Dios estoy bien, contento, ansioso y algo cansado", reconoció, mientras se dispone a seguir viaje.
Domingo, 30 de junio de 2013
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