PARA TENER EN CUENTA
Qué es el vamping y cómo puede afectar a la salud mental de los adolescentes
Es el hábito de quedarse despierto hasta altas horas de la noche utilizando el celular y otros dispositivos electrónicos. Dos expertos detallaron a Infobae sus consecuencias y brindan estrategias para ponerlo bajo control.
En su habitación, con la luz encendida o mejor si está apagada, lejos de la mirada de sus padres, los adolescentes aprovechan los últimos minutos del día para mirar stories de Instagram, ver algún videíto de TikTok, curiosear a sus streamers o influencers favoritos, jugar o contestar mensajes de Whatsapp… En la actualidad estos son comportamientos frecuentes antes de dormir de chicos y adolescentes y, también, de adultos.
Hay muchos estudios que han concluido que, en todas partes del mundo, los adolescentes duermen hasta una hora menos que hace un siglo.
Seguir Leyendo: Barco embistió una de las columnas del puente Zárate-Brazo Largo Alerta en Misiones por dengue: murió una beba de tres meses Existen varias causas, pero una nueva razón que contribuye a esta tendencia es tecnológica. Se trata del vamping.
Florencia Alfie, licenciada en Psicología UBA (MN 47.873) explicó a Infobae que este término proviene del inglés vampire (vampiro) y texting (envío de mensajes) y se refiere a la práctica de quedarse despierto hasta altas horas de la noche utilizando dispositivos electrónicos (celulares, tablets, computadora, play station).
“Es una escena repetida en muchas familias, más aún en época de vacaciones. Los adolescentes socializan en redes, buscan información, escuchan música o ven películas hasta cualquier hora. ¡Gran parte de su vida social e interacción con pares sucede en el mundo virtual!”, destacó la psicóloga.
Por su parte, el doctor Fernando Burgos, médico pediatra, miembro de la subcomisión de Medios y Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (MN 81.759), manifestó a Infobae que este término no incluye solamente al envío de mensajes por vía whatsapp o por cualquier red social que utilizan los adolescentes, sino también que se extiende a niños prepúberes porque tienen teléfonos en edades muy tempranas.
“En el adolescente se da mucho más fácil porque es el momento cuando la familia no puede controlar el uso de un dispositivo o de una pantalla, que es durante la noche y sobre todo en las vacaciones. Si sucede cuando el adolescente está en una etapa escolar o universitaria aparecen consecuencias complicadas en la atención, el cansancio y, por supuesto, los trastornos físicos que puede traer el vamping”, afirmó el médico.
La licenciada Alfie describió esta conducta de los jóvenes: “Decimos que los adolescentes son noctámbulos, y tenemos que tener en cuenta que la noche representa para muchos el momento propicio para lograr intimidad en su casa, lejos del control y la mirada de sus padres. Salen de sus “bunkers” (habitación) y ganan metros cuadrados, mientras toda la casa duerme”.
Y añadió: “Esta actividad de sobreexposición a pantallas trae como consecuencia un mal descanso, y esto impacta directamente en los adolescentes, quienes durante el día muestran mayor irritabilidad, fatiga, desconcentración y baja en su rendimiento académico”.
Las consecuencias del vamping El doctor Burgos explicó que los efectos que produce en el cuerpo el uso de las pantallas al irse a dormir son varios. “El más grave es el no poder dormir y descansar bien”, dijo el doctor Burgos. Estas son algunas consecuencias del vamping:
Cambios en la personalidad: “nos volvemos más irritables a causa de no dormir lo suficiente o no hacerlo bien”, expresó el experto y añadió: “Existe gran relación entre la ansiedad provocada y los cambios en la conducta personal”.
Problemas de atención: para realizar procesos sencillos, lentitud en el aprendizaje y alta falta de concentración en las tareas diarias. Fatiga visual: Debido a que se reduce el parpadeo y la humectación del ojo. “Nuestros ojos cansados se ven perjudicados con la luz de las pantallas y a largo plazo pueden provocar problemas de visión”, indicó Burgos. Dolores musculares y de cabeza: “debido a las posturas que adoptamos al mirar la pantalla mientras estamos tumbados en la cama o mal sentados en el sofá”, expresó el médico. Afecta las defensas y el sistema inmune. Produce cansancio, debilidad, fatiga, estrés y dificultad para concentrarse. Nomofobia. “En cuanto a salud mental, el vamping puede contribuir al aumento de los niveles de ansiedad, cambios de conducta y adicción a nuevas tecnologías, llamada ‘nomofobia’: el miedo irracional a estar sin el celular”, expresó la psicóloga.
Lunes, 29 de enero de 2024
|