JUICIO ABREVIADO
Condenaron a bolivianos por trata de personas con fines de explotación laboral
El procedimiento se realizó en marzo de 2016 en . Los allanamientos se realizaron en un predio del barrio Santa Catalina y en la localidad de El Sombrero.
Condenaron a bolivianos por trata de personas con fines de explotación laboral
En un juicio abreviado dos bolivianos fueron condenados a tres años de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación laboral, en un hecho ocurrido a fines de marzo de 2016. En los allanamientos en predios rurales rescataron al menos nueve personas que trabajaban y habitaban en el lugar, cosechando hortalizas en situación de extrema precariedad, víctimas de explotación laboral y se secuestró dinero y otras documentaciones.
Cabe recordar que los procedimientos se realizaron en una finca ubicada en RN 12 a la altura del kilómetro 1008 de la Localidad “El Sombrero”, Departamento de Empedrado y en la zona del barrio Santa Catalina en Corrientes.
Los trabajadores que fueron entrevistados refirieron que trabajaban y residían en el predio allanado desde hacía aproximadamente un mes y respecto al sueldo, al día del allanamiento no habían recibido remuneración alguna. Uno de ellos desconocía el importe que le correspondía, mientras que el otro manifestó haber acordado la suma mensual de $4000, pero que aún no había terminado su primer mes laboral. En cuanto a la vestimenta de trabajo, ambos refirieron que la misma no era provista por los dueños/responsables de la finca, y que trabajaban con
vestimenta propia -uno de ellos se hallaba trabajando descalzo al momento del allanamiento por no poseer calzado de trabajo. En cuanto a las condiciones habitacionales, refirieron que no poseían baño, que realizaban sus necesidades
fisiológicas “en el monte” -refiriéndose con ello a que caminaban algunos metros
en el campo para esconderse en los matorrales. Tampoco se ausentaban del predio, siendo que el único día de esparcimiento y recreación era el domingo.
Ninguno de ellos contaba con una red de apoyo y/o contención en caso de necesitar algún tipo de ayuda, desconocían la zona y las instituciones de la localidad. La vivienda observada era precaria, con tres divisiones de ambientes (dormitorios y cocina) en la que habitaba tanto el responsable de la finca con su familia, como los dos trabajadores entrevistados, conforme surge de la descripción del lugar en el
informe labrado por el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, la misma no contaba con los requisitos mínimos para una vivienda digna apta para ser habitada (como ser las condiciones del ambiente de los. trabajadores, el techo de nylon y media sombra, y el piso de tierra, instalación eléctrica precaria con cableado a la vista, peligroso a simple vista por su cercanía al nylon y la posibilidad de que el mismo contara con filtraciones en períodos de tormentas. Separado de la vivienda, había un pequeño ambiente construido con palos de madera y nylon, el cual era utilizado como espacio para ducharse, pero no contenía nada en su interior.
Respecto de la comida, la mayoría de los trabajadores refirieron que se las proveían los dueños de la finca, y que ellos se cocinaban en el lugar, y que los gastos de la misma les serian descontados una vez que cobraran su remuneración.
Asimismo, es importante destacar que a los trabajadores de ambas fincas, se les retenía el sueldo, éste era “guardado” por sus “patrones”, hasta tanto cada trabajador decidiera retirarse del lugar y/o regresar a su país de origen. Se les entregaban “vales” que serían adelantos de dinero del sueldo, los cuales serían descontados al momento del pago completo de la remuneración .
Otros trabajadores contaron que la actividad desarrollada en el campo allanado, la jornada laboral era de lunes a lunes sin tener un horario fijo, pues las verduras tenían que cuidarla todo el tiempo, y a la fecha, ninguno habría cobrado dinero alguno, el cual dependía de las ventas, pues cobrarían un porcentaje de las mismas, aunque desconocían los precios de las verduras y/u
hortalizas en el mercado, como así también la conversión equivalente de pesos argentinos a dinero boliviano. Para bañarse juntaban agua fría en un balde y con nylon y maderas armaron un espacio para higienizarse (NG).
Miércoles, 3 de enero de 2024
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