LITERATURA
El enigma de William Shakespeare
Por Gladis Viviana Ortiz (*) El célebre William Shakespeare no pasó desapercibido mientras existió; si es que existió y, mucho menos, después de su muerte. Es que todo es un verdadero misterio jamás develado.
¿Quién acaso puede objetar obras como Hamlet, Romeo y Julieta, Otello, El Rey Lear y sus más de catorce comedias y obras poéticas? Nadie lógicamente, sin embargo, el Gran William siempre da que hablar, aunque los años pasen. Él cosechó seguidores por todo el mundo, pero también sembró detractores que hasta se han atrevido a negar su existencia. Las obras, que ni el poder del tiempo pudo sepultarlas, hablan de una calidad casi única. Envidiable por donde se lo mire. Quien lee a Shakespeare no puede dejar de quedar asombrado, enamorado o reflexivo. Es que se adelantó a todo, y es por eso, que hoy sus obras cobran una vigencia inusitada. Pero claro el problema aparece cuando queremos hablar de la vida del Gran William. Allí comenzamos a navegar como un barco a la deriva conociendo muy poco del camino. Ocurre que hasta su fecha de nacimiento está en duda porque jamás se encontró una partida que lo certifique, tan solo una fe de bautismo del 26 de abril de 1564, y por una cuestión religiosa se estima que nació el 23 de abril, vaya casualidad misma fecha que moriría 52 años después. “Shakespeare no podía escribir tan bien, casi no fue a la escuela siendo niño”, así afirman sus detractores quienes agregan que son letras de Bacón u algún otro. ¿Dónde estuvo durante gran parte de su juventud hasta que emigró de su natal Stratford a Londres ya no tan joven, y con su principal profesión de actor? Es entonces cuando comienzan las leyendas. Cuando en su juventud escribió sus primeros sonetos tales como Adonis, Venus y La Violación de Lucrecia, jamás habría pensado que luego seguirían sus interminables comedias, pero no sería hasta la aparición de sus memorables tragedias cuando salta a la gran fama. Deambuló como actor, condición en que se destacaba, le llegó la fama y terminó comprando uno de los teatros de la compañía Chamberlain a la que pertenecía: Teatro El Globo, hoy un paso imposible de evitar cuando se viaja a Londres. Lo mismo sucede con la visita a su casa. Pero, como se dijo, su vida fue realmente increíble. Fue el tercero de ocho hermanos de una familia en la que su padre paso por las buenas y por las malas habiendo sido apresado por corrupción con el contrabando de lana mientras fue político importante. A William nada lo detuvo. Con tan solo 18 años se casó con su amada Anne Hathaway que ya tenía 26. Y sobre esto también se habló demasiado porque, nuevamente sus detractores, lo encasillaron como homosexual por algunos versos escritos a un gran amigo. Apasiona leer la obra de Shakespeare, pero apasiona más aún investigar (como se pueda) su vida. Ninguno de sus tres hijos lo sobrevivieron, ni Hamnet, ni Susanna Hall, ni Judith Quiney, pero quizás haya sido Hammet quien ocupó un lugar preponderante en su vida por haber muerto tan joven a los 11 años dejando a su hermana melliza. Alguna vez podríamos detenernos a hablar de cada una de sus obras pues, realmente, no tienen desperdicios: Sueño de una noche de verano, La comedia de las equivocaciones, Mucho ruido y Pocas Nueces, Antonio y Cleopatra hasta llegar a su último trabajo: La Tempestad. El increíble Shakespeare parece contar su propia vida. También increíblemente ya en esa época comienza a utilizar efectos sonoros y visuales totalmente desconocidos. Apariciones de espíritu, brujas, etc. En resumen, sus obras cargan al amor, la avaricia, el rencor, el odio, el dolor, la corrupción, el poder, etc. Hoy a tantos años de su muerte en 1616, una mujer aparece en escena con el mismo sombre de su amada. Es Anne Hathaway (homónima de nombre y apellido), una gran actriz de cine destacada mundialmente en cientos de películas tales como El DIABLO VISTE A LA Moda, Intelestelar, Pasante de Moda, Los miserables etc. Uno de los versos más conocidos que el legendario escritor dedicó a su esposa es este: "La vida es muy corta para amarte en una vida, prometo buscarte en la otra" El caso es que la actual Anne estás casada con Adam Shulman cuyo parecido con William es increíble. Todos hablan de la reencarnación del escritor. Cuando le preguntaron a la actriz sobre esta posibilidad contestó: "Es una situación en actualización, pero te mantendré al tanto la próxima vez que te vea". William lo anticipo todo y dejó un epitafio para su tumba en la Holy Trinity Church de Stratford-upon-Avon, que dice: “Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar en el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos”. Entonces, nadie nunca tocó sus huesos. Su tumba inclusive entro en un proceso de deterioro que el gobierno inglés debió encarar, pero sin dejar de hacer caso al magno escritor. Una estadística dice que, desde su muerte hasta el día de hoy, hay no menos de veinte “Romeo y Julieta” cabalgando por el mundo. Tan actual resulta su obra que el cine moderno hizo una película (con Leonardo Di Caprio) con toda la modernidad, plantada en la actualidad, pero respetando cabalmente el texto. Aun así, la obra puede vivir. Ese poder no ha podido encontrarse jamás en el resto de sus discípulos.
Miércoles, 5 de abril de 2023
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