ECONOMÍA EN CRISIS
La deuda del Banco Central, ese monstruo grande y pisa fuerte
El equipo económico hace malabares para evitar a toda costa ajustar significativamente el tipo de cambio oficial, hoy en poco más de $205. Desde todas las esquinas políticas se escuchan los lamentos que faltan divisas pero, en realidad, lo que sobran son pesos.
Cuando aún restan por contabilizar las últimas jornadas del mes ya se vislumbra que el stock de los pasivos remunerados del Banco Central (BCRA) supera ya los $12 billones. Esto equivale a más de dos veces el total de la base monetaria. Es decir, de todo el dinero que lleva emitido el BCRA y que está circulando por la economía en poder de la gente o de los bancos, o está en forma de encajes bancarios (la porción de los depósitos que los bancos deben guardar y no prestar).
Estos doce billones de pesos son a lo que se refieren en el mercado cuando hablan de la deuda remunerada del BCRA. Que además de estar generando un déficit cuasi-fiscal, porque no es de la Tesorería, es una usina de emisión futura que se va retroalimentando.
Estos números a priori parecieran no decir nada. Pero su dinámica sí. Y mucho. Veamos los datos. Para ello vamos a enfocarnos solo en el último año, que es un fiel reflejo de lo que está aconteciendo, o sea, una forma de dimensionar la dinámica a la que queremos referirnos.
En 2022, ya sepultada la pandemia, la deuda remunerada del BCRA arrancó el año por encima de los $4,7 billones. Al cabo de doce meses este stock finalizó en más de $10 billones. La tasa de interés que pagaba el BCRA por esta deuda era del 38% anual. Al cabo del primer semestre la elevó al 52% y cerró el año en el 75%. Esto último solo a cuento de que nada es gratis.
Por ende la cuenta de intereses que abona mensualmente el BCRA se fue espiralizando. Empezó el año pagando poco más de $100.000 millones por mes. A mediados de año ya la cuenta se había elevado a $260.000 millones y terminó el año en más de medio billón por mes.
A veces los números marean. Por eso basta con señalar que por ejemplo la jubilación mínima o el salario mínimo rondan los $80.000 promedio. El resto es comparar de qué estamos hablando.
Volviendo a la dinámica de la deuda remunerada del BCRA, en lo que va del 2023 el stock de los pasivos remunerados del BCRA ya pasó a más de $12 billones. Y la cuenta de intereses a $700.000 millones en enero.
De modo que en los últimos 15 meses, la deuda remunerada del BCRA creció en $7,3 billones, el pago de intereses totaliza $5,2 billones mientras la base monetaria solo aumentó $1,4 billones. ¿Magia? No, para nada, solo tapar el sol con las manos o barrer bajo la alfombra.
Entonces, los números oficiales dicen que el BCRA solo emitió $1,4 billones entre diciembre del 2021 y la actualidad. Lo que indicaría cierta prudencia, sobre todo por la dinámica del proceso inflacionario. Sin embargo, la emisión que lleva a cuestas el BCRA es mucho más. Solo de intereses $5,2 billones, a lo que se suman otros billones más de intervenciones en los mercados, pero eso es harina de otro costal.
Como nada indica que esta dinámica se vaya desacelerando en este año electoral, a fines del 2023 el stock de la deuda remunerada ascendería a más de $18 billones. Y esa deuda está pagando una tasa del 78% ahora. De modo que de arranque el próximo gobierno tendrá entre manos este lío que implicaría nada menos que pagar intereses anuales de $14 billones. Alguien tendrá que tomar el toro por las astas. Además, a esta altura no quedan dudas porqué el BCRA es cauto con la suba de la tasa de interés.
Todos estos billones de pesos, en realidad, hoy sobran en la economía. Porque nadie los demanda. Tendría que darse un círculo virtuoso, una especie de shock endemoniadamente optimista, por el cual la gente tuviera un cambio de expectativas y saliera a demandar pesos por demás. Eso sí sería magia.
Miércoles, 29 de marzo de 2023
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