ENCUENTRO EN EL VATICANO
"El primer genocidio del siglo XX fue el de los armenios", dijo el Papa
Durante una audiencia en el Palacio Apostólico con el Patriarca de Cilicia de los Armenios, el Papa Francisco reconoció que "el primer genocidio del siglo XX fue el de los armenios". Tras reunirse con su Beatitud Nersés Bedrós XIX Tarmouni, indica el diario italiano Il Messaggero, Bergoglio recordó los "momentos dramáticos, todavía presentes en la memoria de los armenios".
En el encuentro que se llevó a cabo en el Vaticano, el Sumo Pontífice recibió a una mujer que acompañaba al Patriarca, hija de una familia sobreviviente del genocidio. Francisco la escuchó, le tomó la mano y repitió las palabras que ya había pronunciado en el libro "Sobre el Cielo y la Tierra", esta vez como Papa y no como cardenal: "Fue el primer genocidio del siglo XX", informa el periódico local Armenia . Alfonso Tabakian, director del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica, subrayó que, si bien el líder del Vaticano ya se había pronunciado sobre el tema, "estas fueron las primeras declaraciones desde que fue designado Papa, por lo que son de una relevancia capital, que trasciende Estados, religiones y confesiones". "Su reconocimiento del genocidio de los armenios como el primer genocidio del siglo XX ratifica las declaraciones de Juan Pablo II del 10 de noviembre del año 2000", agregó. "Francisco no tiene dudas al respecto –destaca Il Messaggero– y le puso a un lado la prudencia diplomática al ofrecer su punto de vista sobre uno de los episodios más oscuros de la historia del siglo XX". El hecho sobre el que el Papa quiso sentar posición fue puesto en práctica a partir del 24 de abril de 1915 y consistió en la expulsión y la eliminación física de millones de armenios de sus territorios. Varios países del mundo todavía no reconocen el genocidio de más de un millón de hombres, mujeres y niños armenios que vivían en el Imperio Otomano, de allí la importancia de este paso dado por el Pontífice argentino. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el Imperio Otomano se hundió en un pozo del que ya no podría salir y para 1923 se instaura la República de Turquía. Durante este convulsionado período se desarrolló el llamado Medz Yeghern, el Gran Crimen. La justicia argentina declaró en abril de 2011 en carácter de sentencia definitiva que el Estado de Turquía cometió "el delito de genocidio contra el pueblo armenio" por el asesinato, entre 1915 y 1923, de un millón y medio de personas, de acuerdo a las constancias de un Juicio por la Verdad tramitado en el país desde comienzos de siglo. La lectura de la "resolución declarativa" fue leída por el juez federal Norberto Oyarbide, quien tramitó el expediente y, en su momento, constituyó el primer caso en el mundo en que se aplicó para la tragedia armenia el concepto de jurisdicción universal. La condena no tiene efectos punitivos, pero si permite que se utilice este antecedente con valor de sentencia ante otros foros internacionales. « Equipo de Mundo
mártires de la guerra civil española
El Papa Francisco reconoció como mártires a 96 sacerdotes, religiosos y laicos católicos asesinados durante la Guerra Civil española (1936-1939), abriendo así la puerta a su beatificación, informó el Vaticano. Los nuevos mártires fueron asesinados debido al "odio a su fe", explica el comunicado de la Santa Sede. Hasta ahora el Vaticano había reconocido a 850 mártires de ese conflicto. La iglesia católica fue una fuerte opositora de la República Española y al producirse el levantamiento de Francisco Franco, en 1936, muchos religiosos padecieron las consecuencias de la violencia desatada en la cruenta guerra civil. Muchas de esas víctimas fueron reconocidos por la Iglesia como mártires, paso previo para la beatificación. Lo hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI con un par de centenares de religiosos muertos en aquellos años. Esta vez se trata del martirio de Abel Ángel Palazuelos Maruri y 17 compañeros de la Orden de San Benito; de Joan Vilaregut Ferrer y tres compañeros de la Orden de los Carmelitas Descalzos, además de Pau Segalá Solé, sacerdote diocesano; Crisanto, Aquilino, Cipriano, José y 63 compañeros del Instituto de los Hermanos Maristas y de Clementina Arambarri Fuente y tres compañeras de las Siervas de María Ministras de los Enfermos.
Miércoles, 5 de junio de 2013
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