INEXPLICABLE
Almirante Kuznetsov, el portaaviones ruso sobre el que pesa una maldición
Aunque la Armada rusa es la segunda más poderosa del mundo después de la US Navy, con 420 navíos, solo uno es un portaaviones, el Almirante Kuznetsov. Sin embargo, una serie de trágicos accidentes lo dejarán en dique seco hasta comienzos de 2024, algo que sus tripulantes juzgan una maldición.
Entre las supersticiosas de gente del mar, existe la creencia de que sobre el portaaviones Almirante Kuznetsov pesa una terrible maldición. Lo único capaz de explicar lo inexplicable, la serie ininterrumpida de trágicos accidentes que lo tendrán fuera de combate en la guerra de Ucrania y hasta comienzos de 2024, imposibilitado de desempeñar el crucial papel estratégico que sí tuvo en la de Siria.
Puesto a flote en 1985 con el nombre de Riga y posteriormente Leónidas Breznev, tiempos todavía de la Unión Soviética y la Guerra fría, recibió su nombre actual en 1995, año en el que comenzó a estar operativo, en memoria del almirante homónimo que lideró la Armada soviética durante la Segunda Guerra mundial. Orgullo de la Marina, no tardó en sufrir una serie de extraños percances, algunos de los cuales no han sido completamente esclarecidos hasta hoy.
INSIGNIA DEL ALMIRANTE KUZNETSOV.
Eslora: 305 metros. Manga: 73 metros. Desplazamiento: 58.500 toneladas. Tripulación: 1960. Aviones: 41. MiG 29K, Su-33, Ka-31 y Ka-27. Velocidad máxima: 54 km/h. Autonomía:15.700 km a 33 km/h. Potencia: 200.000 cv. Solo dos portaaviones en el mundo poseen una longitud mayor que la del Almirante Kuznetsov, el más reciente de los Estados Unidos, el USS Gerald R. Ford, con 337 metros, y el último de los 10 que integran la clase Nimitz, el USS Nimitz, con 333.
USS GERALD R. FORD. USS NIMITZ. El 30 de octubre de 2018, y mientras estaba siendo reparado en uno de los muelles flotantes más grandes del mundo, cerca de la ciudad norteña rusa de Murmansk, el muelle PD-50 se hundió después de que un corte de energía provocara una rápida inundación de sus tanques de lastre, y una de las dos grúas gigantes de 70 toneladas de peso cayó sobre la cubierta del barco y produjo un cráter de 5 metros de profundidad, un muerto y 5 heridos y un incendio a bordo.
EL PORTAAVIONES EN EL ASTILLERO DE MURMANSK. UNA GRÚA DE 70 TONELADAS CAYÓ SOBRE SU CUBIERTA. LA CAÍDA DE LA GRÚA PROVOCÓ UN INCENDIO QUE TARDÓ UN DÍA EN SER CONTROLADO. Dos años antes de que esto ocurriera, el portaaviones también estuvo en el centro de otros dos accidentes durante su misión en el Mediterráneo a finales de 2016, tiempo en el que el Almirante Kuznetsov desempeñó un papel destacado en la campaña militar de Rusia en la guerra civil de Siria, donde los aviones de combate rusos apoyaron de manera decisiva a las tropas leales al presidente Bashar al-Assad.
Un avión de combate MiG 29K se estrelló en el mar cuando se acercaba al barco y un Su-33 se estrelló al aterrizar cuando se rompió un cable de detención.
MIG 29K. SU-33. En enero de 2017 fue apodado el "barco de la vergüenza" por el entonces Secretario de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon, cuando regresó de una misión y, navegando cerca de la costa británica, un grave problema en la combustión de los motores provocó una densa humareda negra que no pudo ser resuelta hasta pasados dos días.
EL ALMIRANTE KUZNETSOV A SU PASO FRENTE A LA COSTA INGLESA DE REGRESO DE SIRIA. En la actualidad, y a pesar de que ya han transcurrido cuatro años desde el accidente del astillero, su retorno a los mares está pospuesto por una serie de retrasos imprevistos en las reparaciones posteriores a lo sucedido con la grúa. En concreto, el descubrimiento de que algunas de esas reparaciones no habían sido exitosas y ponían en peligro la navegabilidad del buque.
Si bien se anunció su plena operatividad para el 20 de mayo de este año y su incorporación a la guerra de Ucrania, el pasado 15 de junio el director general de United Shipbuilding Corporation, la naviera encargada de los arreglos en el astillero de Murmansk, fijó como nueva fecha el comienzo de 2024.
Esa misma fecha había sido fijada previamente para fines de 2020, mitad de 2021, finales de 2022 y mediados de 2023, sucesivos retrasos sobre los que la Armada rusa solo y siempre dio como única explicación “problemas operativos inesperados”, al tiempo que aseguró que tras el proceso de modernización el Almirante Kuznetsov estará operativo “25 años más”, lo que daría para ese entonces un total de 62 años en servicio desde su ya lejana botadura en 1985.
Tal vez seis décadas sean tiempo suficiente para borrar las huellas de una presunta maldición.
El mayor desastre de la Armada rusa El mayor desastre de la Armada rusa tuvo lugar el 12 de agosto de 2000 cuando dos poderosas explosiones en la proa provocaron el naufragio del submarino nuclear K-141 Kursk y con él la muerte de sus 118 tripulantes.
EL KURSK SALIENDO DE LA BASE NAVAL DE VIDYAYEVO. El Kursk, perteneciente a la clase Antaeus y denominado Oscar II por la OTAN, un submarino dotado de misiles balísticos intercontinentales con base en el puerto militar de Vidyayevo, se encontraba realizando unas maniobras navales en el mar de Barents, las primeras llevadas a cabo por la Federación Rusa tras la desaparición de la Unión Soviética y de las que participaban también otros 30 buques de guerra.
El portaaviones Almirante Kuznetsov lideró las operaciones de rescate en los días sucesivos e informó a Vladimir Putin de que la recuperación del submarino y sus marineros era "inminente", lo que tuvo como resultado que el presidente ruso decidiera no abandonar sus vacaciones de verano, por lo que fue duramente criticado.
Esas operaciones resultaron infructuosas y finalmente el Kursk fue reflotado en 2001 por el consorcio de las empresas holandesas de ingeniería Mammoet y Smith International.
Sobre la tragedia del Kursk se hicieron dos películas, ambas tituladas 'Kursk', una en 2012 y otra en 2018.
Viernes, 18 de noviembre de 2022
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