ASILO CLIMÁTICO
La crisis climática desplaza a miles de personas en las islas del Pacífico
Temperaturas extremas, erosiones ribereñas, desastres naturales y otros problemas climáticos han obligado a unos 760.000 habitantes del Pacífico a desplazarse de las zonas costeras hacia el interior.
El incremento del nivel del mar y otros desastres naturales causados por la crisis climática han forzado el desplazamiento de miles de habitantes de las islas del Pacífico, en donde ya se ha trasladado a comunidades enteras a zonas más seguras y surgen solicitudes de asilo climático.
Temperaturas extremas, erosiones ribereñas, desastres naturales y otros problemas climáticos han obligado a unos 760.000 habitantes del Pacífico a desplazarse de las zonas costeras hacia el interior, entre los años 2010 a 2021, según datos del Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, con sede en Noruega.
Reubicación de comunidades en otros países Ante el agravamiento de la crisis climática, Fiyi puso en marcha un plan para trasladar a decenas de comunidades costeras en zonas montañosas debido a los devastadores efectos de los ciclones. El proyecto comenzó en 2017 con el reasentamiento de los pobladores de Vunidogoloa, en la norteña isla Vanua Levu, y otras cinco más.
Fiyi también ofreció a sus vecinos de Tuvalu y Kiribati la posibilidad de adquirir permanentemente terrenos para el traslado de sus miles de pobladores a su territorio que abarca unos de 18.270 kilómetros cuadrados, menos de un cuatro por ciento de la superficie de España.
Otra de las opciones que contempla Kiribati es albergar a parte de sus más de cien mil habitantes en una gigantesca plataforma flotante, similar a las que ensamblan las compañías petroleras para extraer crudo del lecho marino, cerca de sus 32 atolones y una isla de coral.
"Los líderes del Pacífico están buscando opciones y la compra de tierras es un último recurso", pero no se trata de "otra isla con características homogéneas, sino de un país extranjero", dijo a EFE la experta en soluciones climáticas de la Universidad Nacional Australiana Melanie Pill.
La investigadora hacía eco de advertencias hechas por organismos como la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) de potenciales problemas de adaptación de estas comunidades tan arraigadas a sus entornos, conflictos sociales o de respeto a los derechos humanos en los países de acogida.
Crisis humanitaria y refugiados climáticos La amenaza provocada por el calentamiento del planeta afecta gravemente a los más de 2,3 millones de personas que viven en centenares de diminutas islas y atolones del Pacífico, rodeados de un inmenso mar paradisíaco que les da alimentos y sostiene sus formas de vida y economías, principalmente basada en la pesca y el turismo.
El nivel del mar se ha incrementado en alrededor de 3,4 centímetros entre 1993 y 2021, con una aceleración en los últimos dos años y medio, a causa del derretimiento de los glaciares, de acuerdo a datos publicados el 6 de noviembre pasado por la Organización Mundial de Meteorología.
El peligroso avance del mar en el Pacífico, que provoca la destrucción de cultivos, fuentes de agua y viviendas- junto al incremento de la frecuencia y potencia de los huracanes, hace vislumbrar una catástrofe humanitaria en la región, en donde la altura de muchas islas no supera los diez metros.
No obstante, una potencial crisis migratoria en el Pacífico no se equiparará a los éxodos masivos como los vistos en Siria, Venezuela o África, debido al reducido número de pobladores y porque ellos piensan que el desplazamiento interno o al exterior forzoso es "su último recurso", precisó Pill.
Para ellos, la migración a países como Australia y Nueva Zelanda suele ser temporal en virtud de los visados de trabajo para actividades como la recogida de fruta, aunque las potencias de la región ya se han visto en las últimas décadas en la tesitura de aceptar a "refugiados climáticos".
El primero en dar ese paso fue el kiribatiano Ioane Teitiota, quien pidió en 2015 a Nueva Zelanda un visado de refugiado para él y su familia, siete años después de migrar con un visado temporal de trabajo a ese país, argumentando problemas "causados por la subida del nivel del mar asociada al cambio climático" en Kiribati.
Nueva Zelanda rechazó esa solicitud, así como otra decena presentadas posteriormente, pero el caso del kiribatiano abrió un intenso debate sobre la necesidad de que la Convención para los Refugiados, que data de la Segunda Guerra Mundial, incluya a la crisis climática como un factor de desplazamiento forzado.
Reparación de daños Actualmente, las naciones del Pacífico, impulsadas por la determinación de resistir en casa el embate de la emergencia climática, se han embarcado en una cruzada para que los mayores contaminadores del planeta, entre ellos China, Estados Unidos y Australia, los indemnicen por "pérdidas y daños" causados la emisión de gases de efecto invernadero.
Según el Foro de las Islas del Pacífico, la comunidad internacional debería pagar a las naciones en vías de desarrollo afectadas unos 100.000 millones de dólares anuales (99.330 millones de euros) anuales para la ayudarlos a mitigar, adaptarse y crea resiliencia frente a la crisis climática.
"Australia y el resto de los países del mundo necesitan avanzar en sus objetivos de mitigación (de reducción de emisiones) e implementar acciones (derivadas de ellas). Es la única manera de prevenir las más severas consecuencias en el Pacífico", así como dar "vías dignas" si sus pobladores deciden migrar, subrayó Pill.
Lunes, 14 de noviembre de 2022
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